Receta de Pavo asado a la parrilla

A la hora de cocinar el pavo asado a la parrilla, es mucho más práctico servirse de varias piezas más pequeñas, que emplear una grande que nos va a llevar más tiempo y que tiene más riesgo de quemarse por unas partes y queden más secas, mientras otras quedan crudas.

Con el pavo limpio y lavado, lo podemos despiezar en cuartos o en octavos. Si no son muy grandes y disponemos de tiempo y paciencia, también podemos cortarlos por la mitad y listo.

Salpimentamos los trozos de pavo al gusto y ponemos las piezas sobre una parrilla en la que ya tengamos las brasas en su punto. Que a nadie se le ocurra colocar la carne cuando aún tenemos llama porque incineramos al pavo.

Es importante que durante el asado del pavo a la parrilla vayamos espurreando las piezas con vino blanco o sidra, conforme lo vaya pidiendo, para que no se quede muy seco y saque ese ligero toquecito del alcohol.

Resulta fundamental que vayamos volteando las piezas de pavo, para que no se chamusquen. Es bueno que lo hagamos con regularidad y cuantas veces sea necesario, a la vez que controlamos la intensidad de las brasas.

Cuando falten tres o cuatro minutos para el final, hacemos una cama de ramas de romero fresco sobre la parrilla y ponemos las piezas del pavo asado por encima. De este modo, el humo que desprenda el romero aromatizará la carne.

Foto orientativa: Neeta Lind