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- Receta de salmorejo con bacalao
Un fácil, delicioso y refrescante salmorejo tradicional con un toque original a base de bacalao y anchoas sobre una crujiente lámina de hojaldre.
Escaldamos los tomates en una olla con agua durante dos minutos para que los podamos pelar mejor. Les quitamos la piel, los cortamos en cuatro trozos cada uno y los metemos en el recipiente del túrmix.
Ahora, lavamos bien los pimientos, retiramos sus pepitas y el rabillo, los cortamos en dados, y los introducimos también en el recipiente junto con el diente de ajo picado y la miga de pan troceada. Trituramos todo hasta quede nos quede muy fino. Rectificamos de sal y vamos añadiendo poco a poco a nuestro salmorejo con bacalao, el aceite de oliva, moviendo con el túrmix de arriba abajo hasta que emulsione. Reservamos en el frigorífico para que esté bien frio.
Disponemos la hoja de hojaldre sobre una superficie de trabajo limpia de la cocina, pinchamos toda la superficie con un tenedor para que se cueza mejor cuando lo metamos en el horno y lo cortamos en tiras largas, de manera que sobresalga ligeramente por los lados del plato donde vayamos a servir el salmorejo con bacalao.
Colocamos las tiras de hojaldre entre dos papeles de horno y las cocemos con un peso encima para que no suba demasiado el hojaldre, pues interesa que nos quede fino. Cuando estén doradas y crujientes, las retiramos y dejamos que se enfríen.
Ponemos el salmorejo en cada cuenco y aliñamos por encima con un chorrito de aceite de ajo. Colocamos sobre los bordes del plato las tiras de hojaldre, y la decoramos con las anchoas enrolladas, el bacalao desmigado y el caviar.
Foto y fuente: Bavette
Crema de tomate y pan coloreada con jamón y huevo cocido. Así es este salmorejo auténtico, una receta equilibrada y rica, perfecta para los días de calor.
Receta del clásico salmorejo cordobés acompañado de gambas rojas salteadas y jamón crujiente. Servido en copas individuales y decorado con cebollino frito.
Para los días de más calor, es perfecto contar con esta sopa o crema fría. Un delicioso plato típico cordobés de tomate y pan, lleno de vitaminas.
El típico salmorejo puede convertirse en algo más que una sencilla crema de tomate, gracias a esta receta en la que además, se añade un huevo frito.