Preparar las alcachofas hervidas en casa es mucho más fácil de lo que creemos y quedan perfectas para comerlas solas o acompañadas de lo que más no guste.
Para preparar las alcachofas hervidas lo primero que tenemos que hacer es pelar las alcachofas para quitar las partes más dura. Para hacer esta tarea siempre es recomendable utilizar unos guantes, de esta forma evitaremos mancharnos las manos.
Eliminando todas las hojas de fuera y las puntas, nos quedaremos con el corazón de las alcachofas, que es lo que vamos a utilizar para hacer la receta de alcachofas hervidas.
Ponemos una olla al fuego y añadimos aceite de oliva. Machacamos los ajos y los agregamos dentro.
A continuación, añadimos los corazones de alcachofas cortados por la mitad o en cuartos, dependiendo del tamaño de las alcachofas, y acto seguido los cubrimos con agua.
Agregamos a las alcachofas hervidas el zumo del limón y perejil fresco picado. Salpimentamos al gusto y cocemos durante 20 minutos para que el corazón se ponga blando y coja todo el sabor.
A la hora de servir escurrimos las alcachofas hervidas y ya están listas para comer.
Foto orientativa: Drab Makyo
Podemos comer este plato tanto frío como caliente. Si lo comemos frío podemos añadir un poco de mayonesa por encima y queda riquísimo.
A ver quién se resiste a este sencillo salteado de alcachofas con taquitos de jamón curado, la receta que desató en mí la pasión por esta rica verdura.
Haz estas deliciosas alcachofas en salsa de vino blanco, con cebolla, ajo y un toque de harina para darle el espesor deseado, y sorpréndete con su sabor.
Como entrante o acompañamiento, este rico plato de alcachofas rellenas de verduras es un plato rico y saludable para todas las edades.
Desde Roma nos llega una de sus recetas más importantes, las alcachofas a la romana. Se prepara en todas las casas, gusta a todos y encima son light.
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