Receta de Besugo a la espalda

¿Cómo hacer la receta de besugo a la espalda?

Para que el pescado se cocine perfectamente, es necesario que el horno esté bien caliente cuando lo metamos dentro. Por ello, lo primero que haremos es encender el horno a 180 ºC.

Mientras se calienta, vamos preparando el besugo, con el resto de ingredientes.

Cogemos una fuente de horno de un tamaño lo suficientemente grande para que nos entre el besugo sin problemas, la engrasamos con un poco de aceite, y colocamos en ella el besugo abierto con la piel para abajo (lee la nota de autor, en ella comento cómo se debe preparar el besugo antes de su cocinado).

Echamos por encima del besugo sal gruesa, un chorrito de aceite y otro de vinagre, y, ahora sí, lo metemos al horno para que cocinarlo.

El pesado tendrá que estar en el horno entre 15 y 20 minutos, aunque el tiempo de horneado depende un poco del tamaño de la pieza y del horno, pero más o menos este es el tiempo que se tarda.

Un poco antes de que esté terminado el besugo, ponemos una sartén al fuego con un poco de aceite, y doramos los ajos cortados en láminas. Echaremos también en la sartén unos aros de guindilla, para que el aceite coja el sabor de ambos ingredientes.

No debemos perder de vista el ajo, pues se quema muy rápidamente. Una vez dorados, los reservamos en la sartén, intentando que no se enfríen.

Cuando esté el besugo listo, lo sacamos del horno y lo regamos con los ajos, la guindilla y el aceite que teníamos en la sartén.

Para terminar, espolvoreamos con un poco de perejil picado, y lo llevamos a la mesa en el momento, pues el besugo a la espalda frío, no está bueno.

Fuente: Con los cinco sentidos

Foto orientativa: Javier García

Consejos del autor para hacer Besugo a la espalda:

El pescado queda más sabroso si le dejamos la espina en lugar de quitársela. El pescadero nos lo preparará, abierto y con la espina pegada a un lado, si se lo pedimos para hacer a la espalda.

Si nuestra economía nos lo permite es mejor hacer esta receta con un besugo salvaje ya que su sabor nada tiene que ver con el de criadero. También podemos adaptar esta receta para una lubina o una dorada.