Los champiñones fritos son un plato fácil, barato, rápido y sobre todo, muy rico. Por todo ello, esta receta se convertirá en una de nuestras favoritas.
Lo primordial a la hora de hacer los champiñones fritos es limpiarlos muy bien ya que los restos de tierra nos estropearían el plato.Una vez limpios los secamos con papel absorbente, los partimos a la mitad (a lo largo), y les echamos sal.
Después cogemos una sartén y vertemos abundante aceite. Ponemos la sartén al fuego y, mientras se nos calienta el aceite, echamos harina en un plato. Iremos pasando los champiñones por la harina, y después directamente al aceite caliente. No será necesario dejarlos hacer mucho tiempo, tan solo el necesario para que queden ligeramente doraditos. Cuando estén listos los sacamos y los vamos colocando sobre papel absorbente.
Cuando tengamos todos los champiñones fritos los servimos inmediatamente antes de que se enfríen (es mejor no volver a calentarlos para que el rebozado de los champiñones fritos nos quede más crujiente).
Foto orientativa: Jeffreyww
Recomiendo acompañar los champiñones fritos de una salsa para dipear al gusto de cada uno.
Champiñones, harina, sésamo, agua, aceite y sal. Estos son los únicos ingredientes que se necesitan para hacer una tapa, entrante o guarnición, deliciosa.
Ponte a la mesa, coge algo de pan para mojar, y disfruta de estos huevos fritos con champiñones. Porque la verdadera felicidad reside en las cosas sencillas.
Con solo unos champiñpones y un poco de chorizo, podrás prepararte en poco tiempo un primer plato o entrante, delicioso.
Por su jugoso relleno de cebolla y pimiento sofrito con gambas y nueces, y su gratinado con queso, estos champiñones se convertirán en tu plato favorito.
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