El conejo a la brasa es un plato sin apenas grasa, ideal para diabéticos y con una carne exquisita, realzada por la compañía del ali-oli.
Para preparar el conejo a la brasa lo ideal será trocearlo siguiendo unas pautas para despiezar la carne y que quede más rica.
Primero vamos a sacar las patas y las paletillas. A continuación, cuando nos hemos quedado con el cuerpo, partimos el tronco del conejo en cuatro partes y lo salpimentamos en la cantidad que más nos guste.
Colocamos un recipiente al fuego con agua, sal, una hoja de laurel, una rama de tomillo fresco. Cuando arranque a hervir, metemos el conejo y dejamos cocer apenas cinco minutillos y con eso vamos a conseguir que, posteriormente, la carne del conejo a la brasa resulte más tierna.
Transcurrido ese tiempo, escurrimos bien, incluso secando con un poquito de papel absorbente. Untamos toda la carne con aceite de oliva y lo ponemos a la brasa, dejando que la carne se dore por todas partes.
Servimos el conejo a la brasa, acompañado por una cucharada de salsa alioli.
Foto orientativa: jlastras
Un rico estofado de conejo, cebolla, champiñones, zanahoria, tomate y vino tinto. Muy fácil de preparar y con buenos resultados.
Doradas porciones de conejo frito acompañadas de un sabroso sofrito de cebolla y una deliciosa salsa de mostaza. ¡Para chuparse los dedos!
La tierna carne del conejo con un suculento guiso de tomates, cebolla, champiñones, vino blanco, caldo, etc. El resultado es un manjar que se recuerda.
Lo mejor de esta buenísima receta de conejo en salsa de verduras, es que si se quiere también se puede hacer con carne de cerdo, de pollo, etc. ¡Es fácil!
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