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Impresionantes croquetas de cangrejo con gambas y salmón ahumado. Una mezcla de sabores extraordinaria, de la que nadie se podrá olvidar.
La noche antes al día en el que vayamos a preparar las croquetas de cangrejo, lo que haremos es dejar la masa preparada. Para ello, en una picadora (sino de forma manual troceando todo muy pequeñito) echaremos primero la cebolla, la sacamos, y picamos las gambas, sacamos esto (lo dejamos por separado) y por último picamos los palitos de cangrejo junto con el salmón.
Una vez todo troceadito, pondremos al fuego una sartén con aceite. Cuando esté caliente, echamos la cebolla y la pochamos a fuego lento. En el momento que la cebolla reblandezca, incorporamos las gambas. Dejamos que se hagan durante 3 minutos y agregamos los palitos de cangrejo con el salmón. Rehogamos el conjunto durante otros 2 minutos y vertemos leche (más o menos hasta que cubra ligeramente). En el momento en que empiece a cocer, echaremos un poquito de sal, e iremos echando harina de poco en poco sin dejar de remover. Haremos esto, hasta que la masa se despegue de los bordes de la sartén y tenga consistencia. En ese momento apartamos del fuego y dejamos enfriar. De esta forma la masa de las croquetas de cangrejo estará lista. Una vez frío, echamos la masa en un bol, lo tapamos y lo introducimos en el frigorífico hasta el día siguiente.
En el momento de hacer las croquetas de cangrejo, tan solo tendremos que ir cogiendo porciones de masa, darles forma y pasarlas por huevo batido y pan rallado. A continuación las echamos en abundante aceite caliente (de pocas en pocas) y dejamos que se doren por todos lados. A medida que se vayan haciendo, las iremos sacando y colocando sobre papel absorbente. Listas.
Con carne del cocido y con mucho mimo y paciencia, haremos estas ricas croquetas al estilo de nuestras madres y abuelas. Para congelar o comer al momento.
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