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- Receta de croquetas de pollo caseras
Las croquetas no faltan en la carta de ningún restaurante en España, ni en ningún hogar. Las de pollo triunfan, pero tienen que ser caseras de verdad.
Para hacer croquetas de pollo caseras, podemos usar los restos del asado de pollo, o bien el pollo cocido que nos haya sobrado al hacer algún caldo de pollo o cocido (en este caso, si además de la carne tenemos a mano un poquito del caldo y unos garbanzos y los añadimos a la masa, obtendremos unas sabrosas croquetas de cocido).
Provenga de donde provenga la carne de pollo, lo importante es que ya esté cocinada y la tengamos limpia y sin piel para picarla en trocitos muy pequeñitos. La reservemos.
Por otro lado, en una sartén antiadherente preparamos la bechamel. Ponemos en ella la mantequilla y la derretimos. En ese momento, echamos la cebollita muy picadita y dejamos que se sofría. Cuando esté blandita y transparente, agregamos la harina y removemos con una cuchara de palo, dejando que se cocine (sin que se dore), durante un par de minutos.
Luego, vamos incorporando a la sartén la leche (que previamente habremos calentado y tendremos hirviendo), y seguimos removiendo con insistencia para que no se pegue y para deshacer los grumos.
Cuando la bechamel vaya tomando cuerpo, añadimos el picadito de carne de pollo que tenemos reservado y un poco de sal, y dejamos que la masa de las croquetas caseras cueza alrededor de 10 minutos, sin dejar de remover.
Finalmente retiramos del fuego y dejamos enfriar un par de horas.
El último paso para obtener unas deliciosas croquetas de pollo caseras consiste freírlas, pero antes hay que darles forma y empanarlas. Para ello, en un cuenco batimos un huevo y en otro recipiente ponemos un poco de pan rallado.
Vamos tomando porciones de la masa de croquetas con una cuchara, y las redondeamos con las manos. Las pasamos por pan rallado, huevo y pan rallado, y las terminamos echando en una sartén o freidora con abundante aceite muy caliente.
Retiramos las croquetas de pollo caseras de la sartén o freidora cuando estén doradas y dejamos que eliminen el exceso de aceite en una fuente con papel absorbente antes de servir.
Foto orientativa: Flickr/Splinter
La cantidad de harina y leche indicada para hacer la bechamel de las croquetas suele ir en función de la consistencia que se quiera dar a la masa. Podrás añadir más o menos según sean tus preferencias.
Otra duda que te asaltará cuando te pongas a hacer las croquetas es qué tamaño darles. Yo te recomiendo que hagas bolitas pequeñas. Puede que sea algo más "engorroso" pero de esta forma, pero así te valdrán tanto de entrante, como de picoteo informal o como una llamativa, divertida y fácil comida o cena para niños. Lo único que tienes que tener en cuenta es que, a mayor tamaño, más tiempo de fritura requieren las croquetas, y al revés.
Con carne del cocido y con mucho mimo y paciencia, haremos estas ricas croquetas al estilo de nuestras madres y abuelas. Para congelar o comer al momento.
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