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- Receta de croquetas de zanahoria y cebolla
Croquetas de zanahoria, cebolla y un toque de queso parmesano y nuez moscada. Una alternativa deliciosa a las croquetas tradicionales, y con todo su sabor.
Con ayuda de un rallador de cocina, rallamos la cebolla y la zanahoria, lo reservamos por separado.
Ponemos un sartén al fuego, con el aceite, y lo dejamos que se caliente. Una vez caliente, añadimos a la sartén la cebolla y sazonamos.
Tendremos la cebolla al fuego unos 5 minutos, de modo que se quede transparente y no se dore.
Agregamos las zanahorias y dejamos al fuego hasta que las mismas se pochen. Esto tiene que estar bien hecho, para que las croquetas no queden duras ni resulten raras en el momento de comerlas.
Añadimos la harina a la sartén, y la rehogamos muy muy bien para que la misma pierda el sabor de crudo. La tendremos al fuego al menos unos 4-5 minutos más.
Retiramos la sartén del fuego, añadimos la leche fría y un toque de nuez moscada, mezclamos bien hasta tener una masa uniforme, y la devolvemos al fuego para que la masa engorde y la bechamel esté en su punto.
En el momento en el que la bechamel se despegue de las paredes y del suelo de la sartén, estará perfecta.
Si quieres añadir el queso parmesano, este es el momento, lo añadimos y lo mezclamos bien. Si no quieres añadir el queso, puedes saltarte este paso.
Una vez que la masa está lista, la echamos en un bol o una fuente, la tapamos con film transparente y la dejamos enfriar, primero a temperatura ambiente y luego en el frigorífico.
Para terminar las croquetas, echamos pan rallado en un plato y batimos los huevos en otro. Formamos bolitas con la masa de las croquetas, dándoles la forma que queramos, y las pasamos por huevo batido y pan rallado.
Una vez que tengamos todas las croquetas listas, las freímos en abundante aceite caliente, bien en freidora o en sartén con mucho aceite. Una vez doradas, las sacamos, las escurrimos sobre papel absorbente... ¡Y a comer!!!
Foto orientativa: David McSpadden
La masa de las croquetas aguanta perfectamente en la nevera hasta 48 horas antes de hacer nada con ella, o sea, tienes plazo para formar las croquetas una vez que tienes hecha la masa.
Si quieres congelar las croquetas, puedes hacerlo una vez empanadas. Intenta, eso sí, que no queden muy pegadas unas a otras, ni poner unas encima de otras, pues lo mismo al casarlas del congelador para freírlas se pueden haber pegado.
Una cosa muy divertida para hacerla con niños, es hacer las croquetas alargadas en forma de zanahoria, luego, en el momento de llevarlas a la mesa, puedes ponerles una ramita de perejil como si fuera el tallo de la zanahoria... A los pequeños les suele encantar.
Si quieres reducir la cantidad de grasa, eliminaremos la fritura sutituyéndola por un horneado. Para hacerlo y que queden doraditas y perfectas, antes de meter las croquetas en el horno (una vez empanadas) las pintaremos con aceite con ayuda de un pincel de cocina. Las tendremos en el horno a 180ºC el tiempo justo para que se doren y el huevo se cuaje y las croquetas queden duritas por fuera y se calienten por dentro.
Suave y deliciosa crema de zanahoria y cebolla, a la que vamos a dar un sorprendente e irresistible toque con salsa de soja.
Este cremoso bocado relleno de queso y zanahoria es muy fácil de hacer, y muy socorrido como entrante, tapa, ración, segundo plato, o cena. ¡Tú decides!
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