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- Receta de muslitos de pollo al vino blanco
Jugosos muslitos de pollo en salsa de vino blanco con cebolla, ajo, pimentón y tomate. Una sencilla receta de pollo ¡para chuparse los dedos!
Lo primero que tenemos que hacer para elaborar estos muslitos de pollo al vino blanco será limpiar los muslos de pollo de las posibles plumas que puedan tener y salpimentamos.
Enharinamos la carne de pollo poniendo en una bolsa de plástico con cierre hermético unas cucharadas de harina. Introducimos los muslitos de pollo que haremos al vino blanco, cerramos y removemos para que los muslos se impregnen bien de harina. Sacamos y quitamos el exceso de harina y doramos en una olla con aceite caliente. Cuando los muslos estén dorados los sacamos y reservamos.
Ahora, en ese mismo aceite preparamos la salsa de los muslitos de pollo al vino blanco poniendo en primer lugar a sofreír la cebolla picada y cuando empiece a tomar color, incorporamos el ajo, también picado. Mantenemos hasta que la cebolla esté bien sofrita y en ese momento, agregamos el pimentón, removemos y seguidamente añadimos el tomate antes de que el pimentón se nos pueda quemar.
Dejamos que se sofría todo junto unos 2 minutos y rociamos con el vino blanco.
Ponemos a hervir para que evapore el alcohol, añadimos un vasito de agua y bajamos el fuego para que la salsa de vino blanco con la que acompañaremos los muslitos de pollo, reduzca un poco.
A los 10 minutos pasamos la salsa por el chino, la volvemos a poner en la olla e incorporamos los muslos de pollo. Dejamos que los muslitos de pollo al vino blanco cuezan a fuego lento y tapado unos 20 minutos.
Foto y fuente: Saca el cucharón
Podemos servir los muslitos de pollo al vino blanco con la salsa por encima o en un cuenco aparte para que cada comensal se sirva lo que quiera.
Delicioso plato de pollo en salsa de vino, caldo, laurel, cebolla, un toque de pimentón y un poco de romero. Para no dejar de mojar pan.
Una forma diferente de comer el pollo, mucho más jugoso y con un toque dulce que le aporta la manzana. Un contraste de sabores que seguro os encantará.
Unos ricos y dorados muslitos de pollo cocinados con sólo un poco de pimienta negra y sal, y acompañados de puré de patata casero.
Los muslitos de pollo en teriyaki tienen una jugosidad muy especial y un sabor perfecto. Lo mejor de todo es la salsa que queda después de cocinarlos.