Un rico guiso de patatas cocidas con una salsa de azafrán, miga de pan, aceite, ajo, comino, pimentón, guindilla, vinagre y sal.
Primeramente lavamos las patatas. Calentamos agua con sal en una cacerola de barro a fuego rápido, y cuando rompa a hervir añadimos las patatas.
Una vez cocidas quitamos el agua y reservamos las patatas al calor para que se arruguen. Cuando se sequen apagamos el fuego, partimos las patatas en cuatro trozos y las servimos con la salsa picante.
Para preparar la salsa, calentamos el azafrán en una sartén antiadherente, lo echamos después en el mortero, añadimos la miga de pan remojada en aceite y loa majamos todo.
En otro mortero ponemos los dientes de ajo pelados y picados, añadimos un pellizco de sal gorda y los cominos, majamos bien hasta conseguir una pasta uniforme, añadimos el pimentón y la guindilla y majamos de nuevo.
A continuación añadimos la mezcla a la del otro mortero, mezclamos y añadimos el aceite y el vinagre.
Finalmente removemos hasta conseguir una salsa cremosa y espesa y servimos en una salsera aparte.
Existen miles de recetas de carne con patatas, pero pocas son tan apetitosas como esta fondue de carne con papas arrugás y salsa agridulce.
Una delicia de la gastronomía canaria: patatas sin pelar cocidas con costra de sal, acompañadas del exquisito mojo picón.
Con esta salsa picante podemos aliñar desde ensaladas hasta carnes, incluso podemos utilizarla para hamburguesas, pasta o patatas.
Esta fantástica e irresistible salsa picante de pimiento y tomate, resultará siempre perfecta, para combinarla en un sinfín de platos.
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