Receta de Perdiz estofada

Antes de cocinar la perdiz estofada, las aves deben orearse durante día y medio, más o menos, para que estén en su punto y la carne más tierna. De todos modos ahora que se compran ya limpias, este consejo queda añejo, pues se les presupone que ya han pasado varios días sobre las perdices.

Pelamos la cebolla y las zanahorias. Hacemos lo mismo con el ajo. Cortamos las dos primeras en rodajitas muy finas y el ajito lo picamos laminado.

Nos aseguramos de que las perdices están bien limpias y no conservan restos de pluma. Las lavamos y las secamos con papel de cocina. Sazonamos.

Ponemos un chorro de aceite de oliva en una cazuela, donde cocinaremos la perdiz estofada. Añadimos la cebolla y, cuando empiece a cambiar de color, agregamos las perdices y las dejamos cocinar hasta que estén doraditas por todos lados.

Añadimos la perdiz estofada el ajo y las zanahorias y regamos con el vino. Ponemos unos granitos de pimienta y el laurel. Rectificamos de sal.

Tapamos la cazuela con papel plata y colocamos encima un recipiente pesado que tape la cazuela por todos los bordes. Dejamos cocinar la perdiz estofada durante 90 minutos, más o menos.

Pasado ese tiempo, partimos cada pieza por la mitad y la servimos salseadas con el resto de los ingredientes pasados por un chino.

Foto orientativa: Jlastras