Receta de Pizza sin horno

Echamos en un bol grande la harina y la sal. Reservamos.

Echamos en otro bol el agua templada (si pasa de 40ºC la levadura se estropeará y la masa no subirá), la levadura y el aceite, y lo mezclamos bien hasta que la levadura quede bien disuelta.

Echamos el agua con la levadura en el bol de la harina, y mezclamos con una mano hasta obtener una masa.

Vamos agregando harina poco a poco, hasta que veamos que la masa empieza a despegarse de las paredes del bol e incluso de las manos. En este momento, sacamos la masa del bol y la colocamos sobre la encimera enharinada.

Seguimos echando harina hasta que podamos hacer una bola que no se pegue ni en la encimera ni en las manos.

Ponemos la masa en el bol, la untamos con aceite de oliva (para que no haga costra) y lo tapamos todo con papel film transparente. Dejamos la masa fermentar hasta que doble su tamaño.

Si el sitio donde tienes la masa fermentando está caliente, la masa subirá más rápido, si la metes en el frigorífico, tendrás que tenerlo unas 12 horas.

Retiramos la masa del bol, la amasamos un poco para quitar el exceso de gases de la fermentación y la cortamos en trocitos para hacer las pizzas.

Estiramos bien la masa, dejándola bien finita, pues si queda gruesa no se cocinará en la sartén, o habría que dejarla tanto tiempo que se nos quemaría y la redondeamos más o menos hasta tener el tamaño de la sartén donde la vamos a cocinar. No es necesario tener un círculo perfecto, es más, queda bonita si tiene bordes que suban por los bordes de la sartén.

Colocamos la masa estirada en la sartén (que habrá que engrasarla si no es antiadherente) y vamos echando encima el tomare frito, espolvoreamos sobre este con la albahaca picadita, repartimos el queso sobre la superficie y echamos el resto de ingredientes que queramos (si los queremos añadir). Espolvoreamos todo con el orégano y la llevamos al fuego.

Tendremos la pizza en el fuego a intensidad baja, hasta que veamos que la masa está doradita y crujiente.

Foto orientativa: Emiliano