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- Receta de pollo apanado
Deliciosas tiras de pollo apanado maceradas en ajo, perejil y leche, fritas con doble capa; el toque para que la carne quede muy tierna, sabrosa y crujiente.
El día antes de hacer pollo apanado, hay que dejarlos en maceración, para que cojan todo el sabor que deseamos. Para eso, lo primero que hacemos es limpiar y sacar varios filetes de las pechugas de pollo.
Hecho esto, cortamos los filetes para obtener bastones como croquetas de grandes, o trozos que se pueda uno llevar a la boca y comérselos en uno o dos bocados.
A continuación, pelamos y loncheamos el ajo, para luego machacarlo en el mortero junto con el perejil y un pellizco de sal gruesa.
Una vez bien machado, lo mezclamos con la leche, y lo volcamos sobre los pedazos de pollo, que previamente habremos echado en un bol o en un tupperware. Lo tapamos, lo metemos en el frigorífico, y lo dejamos toda una noche.
Al día siguiente, cuando queramos comer el pollo apanado, en una freidora o sartén vamos calentando el aceite de oliva hasta que coja una temperatura media o alta (que nos permita freír el pollo en poco tiempo y que así éste no absorba demasiado aceite).
Mientras el aceite se calienta, vamos sacando los trozo de pollo del adobo y lo vamos pasando por pan rallado, huevo batido y otra vez pan rallado (en este orden). De esta forma, conseguimos que el pollo apanado quede especialmente crujiente.
Cuando el aceite esté listo, iremos echando el pollo apanado al mismo, y los mantendremos hasta que estén bien dorados. Repetiremos la operación hasta terminar con todos los trozos de pollo.
Una vez fritos todos los fingers de pollo apanado, los iremos sacando y los dejaremos reposar sobre papel absorbente para comerlos en el momento, pues no interesa que se enfríen...
Una idea sensacional, o casi imprescindible, diría yo, es servir el pollo apanado acompañado de una o dos salsas para dipear. Alguna de estas 8 salsas dip le irá estupendo, aunque con una simple mayonesa y con ketchup, también están de lujo.
Foto orientativa: my_amii
Esta receta es tal como me enseñó mi madre (y os aseguro que el pollo apanado queda mucho más rico y crujiente que el de los burgers).
Para que el pollo apanado (en inglés, chicken fingers) no deje un sabor de boca a ajo que resulte desagradable, conviene quitar el corazón del diente de ajo.
El doble apanado que os propongo, hará que el pollo quede mucho más crujiente y rico, ideal para hacer dips de pollo. Es lo más parecido al pollo frisby que he encontrado.
Si queremos simplificar la receta del pollo apanado, podemos prescindir de adobar el pollo para rebozarlo en una mezcla de pan rallado con perejil seco y ajo molido seco. No obstante, con el adobado en leche, el pollo no sólo gana en sabor, sino también en jugosidad.
Pollo enchilado con chiles, ajo, cebolla, jitomate y un toque de orégano y pimienta. ¡Cocínalo en cazuela, horno, carbón o envuelto en papel de aluminio!
A la sartén o al horno, cada bocado que des al pollo al sillao será una explosión de sabor, gracias a la salsa de soja, la pimienta, la cebolla y el ajo.
Un pollo especial por su sabor exquisito gracias a su macerado de ajo, miel y limón, y su relleno jugoso de manzana, carne picada, bacon y almendras.
El pollo rostizado es una fórmula deliciosa y muy arómatica de disfrutar de un riquísimo pollo asado, con el sabor del limón, el ajo y las hierbas aromáticas.