Receta de Pollo jardinera

Una vez que contemos con el pollo limpio y eviscerado, lo lavamos bien bajo el chorro de agua fría, por dentro y por fuera. A continuación lo secamos con papel de cocina y lo salpimentamos al gusto.

Para hacer el pollo a la jardinera hemos de dorarlo primero, pero antes, ataremos la pieza con hilo de cocinar, para que no se deforme y lo doramos en una cazuela con la mantequilla, que debe estar a temperatura ambiente, y un hilito de aceite de oliva.

Cuando el pollo luzca doradito, lo bañamos con la mitad del vino blanco y añadimos también un poquitín de agua hirviendo. Dejamos que el pollo a la jardinera cueza a fuego muy lento.

Durante el proceso de cocinado del pollo, que durará unos tres cuartos de hora, lo vamos volteando de vez en cuando, para que se haga por todas partes.

Mientras podemos ir preparando las verduras para el pollo a la jardinera. En una olla colocamos los guisantes y las judías verdes. Las cubrimos con agua bien caliente y damos un toque de sal.

Mientra se cuecen las verduras, vamos friendo las patatitas pequeñas, peladas y lavadas, pero enteras, en una sartén con aceite caliente, pero sin que lleguen a dorarse por completo.

Una vez que el pollo esté en su punto, lo ponemos en una fuente refractaria y lo rodeamos con las verduras y las patatas. Reservamos.

Ponemos a cocinar el jugo que ha soltado el pollo, con el resto del vino blanco y otra chispita de agua. Dejamos cocer unos minutos y regamos el pollo a la jardinera con ello.

Metemos la fuente en el horno precalentado a 200ºC y dejamos cocer todo junto durante 10 minutos, vigilando en todo caso el color del pollo a la jardinera.

Foto orientativa: Nacho