Receta de Rebollones al ajillo

Limpiamos los rebollones con un paño y quitamos todos los posibles restos de tierra. Cortamos la parte más terrosa del pie y, finalmente, el resto, lo picamos en pedacitos muy pequeños.

Pelamos los dos dientes de ajo, (aunque esto depende del gusto de cada uno y de la cantidad de níscalos que vayamos a cocinar, por lo que puedes aumentar o disminuir la cantidad a placer) y los machacamos (no los picamos). Reservamos.

Picamos también el perejil fresco y también los dejamos en la reserva, hasta que finalicemos de cocinar el plato.

Ahora colocamos una sartén con buen fondo al fuego y echamos las tres cucharadas de aceite de oliva. Cuando el aceite esté caliente, añadimos el ajo y los rebollones que tenemos partiditos y empezamos a rehogar.

Cuando veamos que los hongos empiezan a estar listos, los salpimentamos al gusto y les damos unos minutillos más para que todos los sabores se mezclen bien.

Una vez que todo esté fritito y doradito, retiramos del fuego y colocamos los rebollones en un plato con la salsita que se ha formado, espolvoreamos con el perejil picado que tenemos reservados ¡y a comer de inmediato!

Foto orientativa: Jlastras

Si queréis espesar un poco la salsa, una vez la tengáis en la sartén (sin los rebollones), añadís una cucharadita de harina y removéis hasta que se disuelvan todos los grumos.