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- Receta de salsa para redondo de pollo
Sobre una base de verduras y con un toque de vino blanco y tomillo, haremos esta sencilla y sabrosa salsa para acompañar tu carne de pollo.
Comenzamos la preparación de salsa para redondo de pollo, preparando y cocinando la verdura. Lavamos el puerro bajo el grifo, lo secamos y lo picamos. Podemos picar sólo su parte blanca o usar también la parte verde, que tiene más sabor, pero eso sí, sólo la parte verde que esté tierna.
Reservamos el puerro en un plato, mientras despepitamos el pimiento y lo cortamos en dados, pelamos y cortamos en juliana las cebolletas y en láminas los dientes de ajo.
Llevamos una sartén al fuego con un poco de aceite y cuando esté caliente la retiramos el fuego y ponemos un poquito de pimentón, lo tostamos unos segundos y añadimos todas las verduras que tenemos picadas. Devolvemos la sartén al fuego.
Sazonamos y condimentamos el sofrito de la salsa para redondo de pollo con un poquito de tomillo, tapamos con una tapadera que permita salir el vapor, y dejamos que se cocine a fuego suave mientras pelamos y cortamos en dados el tomate.
Cuando tengamos la verdura de la salsa de pollo blandita, subimos la potencia del fuego un poquito y regamos con un chorrito de vino blanco.
Mezclamos, dejamos que se evapore el alcohol durante más o menos un par de minutos y a continuación, añadimos un par de cucharadas colmadas de salsa de tomate, el tomate picado y una pizca de azúcar para rectificar la acidez de la salsa.
Removemos con una cuchara de madera y mantenemos el sofrito al fuego, en una cocción suave, hasta que la salsa reduzca un poco.
Retiramos del fuego, pasamos todo al vaso de la batidora y trituramos hasta conseguir una mezcla homogénea.
Rectificamos de sal y ya tendremos lista para usar nuestra sencilla y sabrosa salsa para redondo de pollo.
Foto orientativa: JaBB
En lugar de con tomillo, puedes condimentar el sofrito con laurel o romero o la hierba aromática que más te guste.
Del mismo modo, puedes poner pimentón dulce o picante (según tus preferencias) e incluso sustituirlo por pimienta negra o blanca (o por una mezcla de ambas) para conseguir que tu salsa tenga el toque que más se ajuste a tus gustos.
Si por cualquier motivo, ves que una vez triturada la salsa te ha quedado demasiado espesa, sólo tienes que ponerla de nuevo en la sartén, e ir añadiendo poco a poco caldo de carne mientras vas mezclando hasta conseguir la textura deseada.
Si te pasas de caldo y te queda muy líquida, bastará con que la dejes reducir en una cocción suave durante unos minutos más y listo.
Lo ideal es llevar a la mesa la salsa bien caliente en una salsera, para que todos los comensales se añadan la cantidad que quieran de salsa en el pollo.
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