Receta de Solomillo a la pimienta verde

Pocas recetas de carne son tan fáciles como hacer un solomillo a la pimienta, y para que sea exquisita, os recomiendo emplear un solomillo de cerdo ibérico, o en todo caso, de la mejor calidad posible.

Lo primero que vamos a hacer es sofreír la cebolla bien picadita en una sartén o cazuelita con 4 cucharadas de aceite de oliva virgen. A mitad de cocción, añadiremos la sal, y cuando la cebolla esté totalmente transparente, echaremos la pimienta junto con el brandy (esto le dará un toque muy rico a la carne), y rehogaremos todo junto durante un minuto subiendo el fuego, para que se evapore el alcohol.

Volveremos a bajar el fuego, y daremos cuerpo definitivamente a la salsa de pimienta verde, añadiendo la nata líquida y reduciéndola a fuego muy bajo. Tendremos que estar bien pendiente de ella para que no se salga la nata, pues puede que suba muy rápidamente. Además habrá que remover a menudo, para ver el espesor y que no se nos pase.

Llegados a este punto, tenemos dos opciones: retirar unos diez granos de pimienta y triturar todo lo demás (para luego colarlo) y que la salsa quede fina con el toque picante de la pimienta molida; o bien dejarla tal cual, y mezclarla luego con el solomillo. Yo suelo optar por lo primero.

Hecha la salsa, marcamos los filetes de solomillo, que deben tener un corte grueso (de unos dos centímetros). Una vez marcados, los mezclamos con la salsa y dejamos que la carne del solomillo se tome de las esencias pimienta de la salsa durante unos minutos con el fuego muy bajo.

Servimos lo filetes de carne con abundante salsa por encima, y acompañados con lo que más os guste.

Foto orientativa: Crastino

No es obligatorio, pero sí muy recomendable acompañar el solomillo a la pimienta verde con unas Patatas fritas caseras y unos pimientos verdes fritos.