Receta de Solomillo con patatas al horno

El solomillo con patatas al horno se cocina en éste a una temperatura de 180ºC. Así que lo primero que haremos será poner el horno a calentar a 225ºC, para que, en el momento de tenerlo listo esté perfecto.

Mientras, echamos en un cuenco el aceite de oliva, el aceite de girasol, el vino blanco, la sal, los ajos y el perejil, estos últimos machacados en un mortero, hasta conseguir una pasta lo más fina posible, y reservamos hasta el momento de meter el solomillo al horno.

Lavamos, pelamos las patatas (si son patatas nuevas y queremos mantenerlas la piel, podemos hacerlo lavándolas muy bien) y las cortamos en bastones grandecitos. También podemos hacer lonchas gruesitas con ellas, eso es como más nos guste. Reservamos.

En una sartén con un poco de aceite bien caliente, marcamos los solomillos de cerdo por todo su perímetro. No queremos cocinarlos, solo queremos que la carne se selle y los jugos queden en el interior del solomillo cuando lo horneemos, y que quede bien jugoso.

Una vez que la carne de cerdo está bien sellada, la ponemos en una fuente apta para el horno, y la cubrimos con la mezcla de aceites que teníamos reservada. Los solomillos deben quedar bien impregnados de la mezcla por todos lados, por lo que los moveremos y los rotaremos hasta conseguirlo. Espolvoreamos encima un poco de pimienta negra, a poder ser, recién molida.

En los laterales de la fuente, colocamos las patatas, a modo de tubo, a lo largo del lateral para que se cocinen junto con la carne y tengamos unas patatas al horno como acompañamiento deliciosas.

Metemos la fuente en el horno, a media altura, con calor arriba y abajo. Bajamos la temperatura a 180ºC, y dejamos que el solomillo de cerdo al horno se cocine durante unos 15-20 minutos.

Terminada la cocción del solomillo y de las patatas, sacamos la fuente del horno y vamos colocando las patatas en otra fuente donde haremos la presentación del plato.

Retiramos los solomillos, los cortamos en filetes con un grosor de unos 2 centímetros, y los colocamos en la fuente junto con las patatas.

Por último, para darle el toque perfecto al solomillo con patatas al horno, batimos con unas varillas o con el tenedor la salsa que ha quedado en la bandeja del horno, desechando previamente el área quemada de la misma, y una vez bien mezclada, napamos ligeramente con ella los solomillos y las patatas, para llevar a la mesa un solomillo en salsa rico rico.

Si queremos, podemos llevar toda o parte de la salsa para solomillo en una salsera a la mesa, aunque siempre es recomendable salsear un poco los filetes, pero sin pasarse.

Foto orientativa: Javier Pedreira

Aunque pueda parecer que la salsa del solomillo con patatas al horno quedará grasienta, dado su elevado grado de aceite, no resulta pesada, eso sí, recomendamos que se acompañen los solomillos con una buena ensalada y no con otros alimentos que puedan aportar aún más grasa a tú organismo.

Si la salsa te ha quedado con grumos, puedes triturarla con la batidora, en este caso no es necesario que quites lo quemadito, pues le da un toque de sabor curiosón y delicioso.

Si quieres ver otras formas de preparar unos ricos solomillos, puedes entrar en este enlace de Recetas de solomillo y disfrutarás a lo grande con todas las recetas que encontrarás.

Si lo que te gusta es el cerdo, en todas sus versiones y cortes, en este otro enlace de Recetas con Cerdo puedes ver una gran variedad de recetas deliciosas.