Una receta de pasta fácil y deliciosa, que debe su nombre a la nata líquida en combinación con la cebolla y la mantequilla que enriquecen los espaguetis.
En primer lugar, pondremos a hervir una olla con abundante agua a la que añadiremos la pastilla de caldo de pollo, para que la pasta tome el sabor del caldo de pollo y quede más sabrosa. No necesitará sal. Añadiremos los spaghetti y los coceremos, retirándolos unos dos minutos antes del tiempo natural. Los escurriremos y reservaremos.
A continuación, echaremos en una sartén la mantequilla y una cucharada de aceite. Calentaremos a fuego suave hasta que la mantequilla se derrita y añadiremos la media cebolla muy picada. La sofreiremos a fuego medio durante 10 minutos o hasta que esté transparente.
Una vez dorada la cebolla, añadiremos los spaghettis a la sartén y saltearemos durante unos 3 minutos a fuego fuerte sin dejar de mover para que la pasta se tome del aroma de la cebolla y la mantequilla.
Antes de servir los spaghetti blanco, añadiremos la nata líquida y dejaremos reducir durante un par de minutos, hasta que la salsa quede cremosa.
Foto orientativa: pittaya
Esta receta admite variaciones. Podemos añadir algo de carne o bacon, o bien verduras como calabacín o calabaza, un toque de perejil picado para darle un toque más personal, etc.
El spaghetti blanco es usado frecuentemente como acompañamiento de algunos pescados y carnes.
Ricos spaghetti a la crema, con huevo, bacon y queso rallado. Deliciosos, fáciles y estupendos para una comida de verano.
Los spaghetti con mariscos son un delicioso plato de pasta con gambas, mejillones, almejas, etc... Puro sabor a mar en cada bocado.
La receta de spaghetti vegetariano tiene un sabor delicioso en una receta muy sana, perfecta para conseguir la ración de verduras que se aconsejan al día.
Una forma diferente de comer pasta, los spaghetti con sardinas son realmente sabrosos y causan sorpresa en la mesa. Por cierto, despiertan pasiones.
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