Receta de Albóndigas de cangrejo

¿Cómo hacer la receta de albóndigas de cangrejo?

Empezamos estas albóndigas de cangrejo poniendo en una sartén honda un chorrito de aceite a calentar y cuando esté caliente, añadimos la cebolla que tendremos picada en brunoise junto con el ajo picado muy finamente y una pizca de sal y sofreímos.

Mientras la cebolla se pocha, en un bol, preparamos el resto de los ingredientes con los que haremos la masa de las albóndigas de cangrejo y en él, picamos en primer lugar, los palitos de cangrejo, las gambas ya peladas y una ramita de perejil. Mezclamos, reservamos y por otro lado, en un cazo, ponemos a calentar la leche.

Cuando la cebolla comience a estar transparente, añadimos el picado de cangrejo y cebolla. Removemos, dejamos que se cocine unos minutos y agregamos la leche que ya estará caliente.

Removemos con unas varillas y dejamos que se caliente hasta que llegue a ebullición mientras nosotros, tamizamos la harina.

En el momento en el que el sofrito de las albóndigas de cangrejo comience a hervir, comenzamos a añadir la harina poco a poco y sin dejar de remover con las varillas hasta que se integre toda y consigamos que la mezcla de las albóndigas de cangrejo tenga una consistencia de una bechamel espesa.

Retiramos del fuego, dejamos que se enfríe, tapamos con papel film y guardamos la masa de las albóndigas de cangrejo en la nevera hasta el día siguiente para que coja cuerpo y sea más manejable.

Al día siguiente, continuamos la preparación de las albóndigas de cangrejo y sacamos la masa de la nevera. Tomamos porciones y moldeamos en forma de albóndiga.

Con las albóndigas de cangrejo hechas, ya sólo nos queda pasarlas una a una por un cuenco con pan rallado, luego por otro con huevo batido y finalizamos con otro pase por el pan rallado.

Freímos las albóndigas de cangrejo en una sartén con abundante aceite caliente y listas para comer.

Foto orientativa: fugzu

Consejos del autor para hacer Albóndigas de cangrejo:

Yo suelo hacer la masa de estas albóndigas de cangrejo de un día para otro, pero si tienes prisa, puedes meter la masa en el congelador durante una media hora, en lugar de en la nevera, para que esté más manejable y puedas tomar las porciones fácilmente.