Irresistibles y sencillísimas almejas cocidas en vino blanco, a las que daremos ese sabor extraordinario y único, que solo el pimentón saber dar.
Lo primero a la hora de preparar las almejas cocidas será lavar bien el marisco. Para ello, le daremos una primera pasada bajo el chorro del agua, y después las sumergiremos en agua con abundante sal, durante una media hora.
Hecho esto, empezaremos a cocinar las almejas cocidas. Para ello, ponemos una cazuela al fuego con un chorro de aceite y, cuando esté caliente echamos los ajos pelados y laminados. Cuando cojan color, echamos el vino, un poquito de pimentón, perejil picadito y el marisco. Removemos, tapamos, y dejamos cocer hasta que las conchas se empiecen a abrir (cuando la mayoría lo haya hecho, desecharemos aquellas que continúen cerradas). En ese momento apartamos la cazuela del fuego.
De esta forma tan sencilla, el plato de almejas cocidas estará listo.
Foto orientativa: jlastras
Gambones, almejas, cebolla, ajo, un bueno chorrito de vino blanco y, si se quiere, el pescado blando que tú elijas o más te guste... No puede salir mal.
Tan fácil como abrir y cocinar almejas con vapor hay pocas cosas. Y lo mejor es que nos queda un plato de lo más resultón para tapeos, acompañamientos, etc.
Una forma muy fácil de cocinar las almejas que respeta la intensidad de sabor de este delicioso plato marinero, sólo ajo, vino, perejil y un poco de limón.
Originales almejas en gelatina de vino de Jerez, con lecho de puerros y cubierta de verdurillas.
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