Receta de Bolas de calabacín

Como pasos previos de la receta, vamos a lavar los calabacines y a cortarlos en rodajas gruesas con su piel.

Primeramente, cogemos las rodajas de los calabacines y los hervimos en una olla con agua y un poco de sal, hasta que estén blanditos (unos 8 ó 10 minutos, aunque depende del grosor de las rodajas que hayas hecho).

A continuación, escurrimos los calabacines, y estando aún calientes, los colocamos en una fuente y los aplastamos con la ayuda de un tenedor con el fin de crear una especie de triturado.

Hecho esto, les añadimos el pan y el queso rallados (es importante que el calabacín esté aún caliente para que el queso se funda; si no, lo echaremos todo en un cazo y lo mezclaremos a fuego lento), y vamos formando las bolas de calabacín moldeando con las propias manos.

Si es necesario, añadimos más pan rallado a las bolas de calabacín, para que tengan la consistencia deseada.

Finalmente, pasamos las bolas de calabacín por pan rallado, huevo y pan rallado otra vez, y las freímos en una sartén con aceite hasta que estén bien doraditas, como haríamos con unas croquetas caseras.

Foto orientativa: Boca Dorada

Para evitar que se abran las bolitas, puedes añadir a la masa uno o dos huevos batidos y si lo prefires, empana las bolitas antes de freirlas.