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Calabacines al horno con queso rallado, hierbas aromáticas, nueces, aceite de oliva y sal. ¡Un plato exquisito con el mínimo esfuerzo!
Para cocinar los calabacines al horno, lo primero que hacemos es lavar muy bien los calabacines, y secarlos con un trapo limpio.
Después, les cortamos los extremos y los cortamos en rodajas gruesas (de un centímetro de grosor, más o menos) sin pelar. El que quiera, puede pelarlos, esto va en gustos, pero hay que tener en cuenta que al hacer calabacines al horno, la piel quedará perfectamente cocinada, y se puede comer sin dificultad. Además, en la piel es donde se concentran la mayor parte de las propiedades de los calabacines.
Ahora seleccionamos una fuente (apta para el horno) en la que vamos a cocinar los calabacines al horno, la engrasamos con aceite de oliva y repartimos las rodajas de calabacines.
Sobre los calabacines echamos sal y los regamos con un hilito de aceite de oliva por encima. Añadimos también una lluvia fina y comedida de ajo seco en polvo, que le dará un plus de sabor a los calabacines al horno.
A continuación, introducimos la fuente en el horno precalentado a 180ºC (parte central, con calor arriba y abajo) y dejamos que se hagan durante unos 25 ó 30 minutos. El tiempo dependerá de si preferimos la verdura muy hecha, o si, por el contrario, nos gusta con un puntito crujiente.
Transcurrido el tiempo, sacamos la fuente, cubrimos los calabacines al horno con queso rallado (mejor si usáis un queso semicurado rallado por vosotros mismos), espolvoreamos hierbas aromáticas al gusto por encima (albahaca, orégano, perejil, etc.), añadimos unas gotas extra de aceite de oliva, y esperamos hasta que el queso se funda.
Ya sólo nos faltaría añadir (opcionalmente) un toque de textura, echando unas nueces picaditas por encima a los calabacines al horno con queso, y en muy poco tiempo con poquísimo esfuerzo, habremos hecho una cena fácil, rápida, y bien rica.
Como veis, por calabacines al horno en esta receta se explica literalmente la forma de hacer calabacines asados sin más; o sea, el tiempo aproximado y la temperatura óptima necesaria para cocinarlos, y un acabado con el que realmente se consigue un plato de lo más completo.
Recalco esto, porque sé que mucha gente que demanda recetas de calabacines al horno, lo que en realidad están buscando son recetas de calabacines rellenos, y éste no es el caso.
Si buscas una guarnición fácil y original, para acompañar y realzar tus platos, no te pierdas la receta de calabacines al horno con aceite verde de perejil.
Un rico asado de calabacines y tomates sazonados con sal, ajo, pimienta negra y aceite.
Como primer plato ligero ligero o como guarnición para enriquecer otros platos, estos vasitos de calabacín con un toque de ajo, serán perfectos.
Riquísimo calabacín al horno con queso. El fantástico y crujiente rebozada, hará que nadie, incluyendo a los más peques de la casa, se puedan resistir a ellos.