Receta de Caldo de pollo

¿Cómo hacer la receta de caldo de pollo?

Para hacer el caldo de pollo, sólo tenemos que meter los ingredientes cortados y lavados en la olla rápida, y esperar. En cuanto al pollo, podemos utilizar muslos, pechuga, cuartos traseros, o lo que deseemos. Mejor gallina que pollo.

Cortaremos y lavaremos el tomate, el pimiento y las zanahorias. Quitaremos la piel seca a la cebolla, la cortaremos a la mitad, machacaremos los dientes de ajo, y lo reservaremos todo con el resto. Prepararemos también el pollo.

Una vez que tengamos listos todos los ingredientes, echaremos unos 3 litros de agua en la olla y pondremos el fuego al máximo. Cuando el agua empiece a hervir, echaremos primero el pollo, luego la verdura, y por último la sal. Antes de cerrar, esperaremos unos 8 ó 10 minutos hasta que el caldo empiece a espumar. La espuma del caldo de pollo la retiraremos con una cuchara, y una vez que esté limìo el cazo, añadiremos un buen chorro de aceite de oliva y pondremos la tapa de la olla.

Si hacéis el caldo para sopa en la olla rápida, conviene seguir las instrucciones del fabricante, y elegir el tiempo en función de la presión utilizada. A alta presión, con una olla estándar, este caldo de pollo debe estar listo en 20 minutos contando a partir del momento en que empieza a salir vapor por la válvula. En cazuela, el caldo de pollo tardará aproximadamente una hora y media en estar listo. No obstante, cuando más tiempo lo tengamos, tanto en olla como en cazuela, más sabroso nos quedará el caldo de sopa.

Una vez hecho, hay que colar el caldo, y añadir si se quiere las zanahorias cortadas en rodajitas y unas tiras de pollo desmenuzado. El resto del pollo podemos guardarlo para hacer croquetas de pollo caseras, o para cualquier otra cosa.

Si queréis hacer una sopa, mucho mejor es disponer de tu propio caldo, que comprarlo hecho. Yo os recomiendo hacer caldo de pollo suficiente para poder congelarlo y tenerlo siempre disponible en el congelador. Además de para hacer sopas, el caldo de pollo es muy recurrido en multitud de recetas como el arroz caldoso, el risotto, guisos, cremas, etc.