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- Receta de callos con chorizo, morcilla, jamón y refrito de verduras
Los callos a la madrileña, uno de los platos más típicos de la cocina española con su chorizo, la morcilla y algunas verduritas, están para comérselos.
Primero hay que lavar bien los callos en varias aguas. Después dejarlos en un barreño con agua, harina y vinagre. Remover de vez en cuando. Lavarlos de nuevo en varias aguas y ponerlos a cocer. Cuando levante el hervor retirarlos del fuego y eliminar el agua de cocción.
En una cacerola poner el puerro y la zanahoria troceados, el laurel, la cabeza de ajos entera, la cebolleta con los clavos, la guindilla, un poco de sal y cubrir con agua. Levantar el hervor y cocinar a fuego suave hasta que estén tiernos, aproximadamente tres horas.
A media cocción retirar las verduras y añadir los chorizos y morcillas, que previamente se habrán pinchado. Cuando falten unos treinta minutos hacer el refrito con las cebolletas, luego añadir los ajos. Cuando todo esté pochado añadir el jamón serrano cortado en taquitos, el tomate. Añadir la harina y el pimentón, mezclar todo e incorporar el vino blanco. Dejar cocer un poco e ir incorporando poco a poco el caldo de cocción de los callos. Mezclar todo, rectificar de sal y picante si fuera necesario. Terminar de cocer. El caldo debe quedar ligeramente espeso por la acción de la gelatina y la harina.
Servir los callos en cazuelitas individuales, acompañados de chorizo, morcilla y un crujiente pan tostado.
Servir caliente.
Esta receta se publicó originalmente en el blog Con Los Cinco Sentidos
Un plato clásico de la gastronomía madrileña, en el que se mezcla la casquería, con la carne de ternera, el chorizo y la morcilla.
Estos increíbles callos con jamón deben ser acompañados con mucho pan, para untarlo en su espectacular salsa, ligeramente picante, de tomate con almendras.
Juntando culturas podemos elaborar unos exquisitos callos de ternera acompañados de una suave y apetitosa salsa japonesa. Su resultado: espectacular.
Acompaña unos callos de ternera de morro, morcilla, chorizo, pimentón, ajo, y un toque de guindilla, y podrás hablar de verdaderos callos a la madrileña.