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- Receta de caracoles a la portuguesa
Una de las recetas de caracoles más deliciosas y tradicionales, cocinados a fuego lento con cebolla, ajo, especias, guindilla y un toque de vino blanco.
Para preparar esta receta de caracoles es evidente que los caracoles deben estar bien limpios. Si no consigues que te los vendan ya limpios, puedes comprarlos en latas de conserva, o limpiarlos tú.
Como son pequeños no necesitan mucho trabajo, sólo tienes que ponerlos en una caja de cartón con agujeritos y tenerlos allí un par de días. Luego los sacas, los laváis muy bien con agua, cambiando la misma 6-7 u 8 veces.
Una vez lavados, los metemos en una cazuela y llenamos de agua hasta pasar dos o tres dedos por encima. Dejamos que el agua se vaya calentando a fuego bajo hasta que rompa a hervir. En ese momento retiramos los caracoles del agua y los enfriamos con agua y los reservamos.
Echamos dos cucharadas de aceite de oliva en una cazuela, los ajos la minados, la cebolla picada finamente, las hoja de laurel, las guindillas y la ramita de orégano (lee la nota de autor).
Sazonamos todo a nuestro gusto con sal y pimienta negra, a ser posible recién molida, y dejamos que todo de poche y se dore.
Cuanto la verdura esté lista, echamos de nuevo los caracoles a la cazuela, removemos, agregamos el vino, dejamos que el alcohol se evapore unos 2-3 minutos y añadimos caldo hasta cubrir los caracoles.
Dejamos que todo se cueza a fuego medio 1 hora, o lentamente durante unas 2 horas, y tendremos el cuidado de ir retirando la espuma que se crea en la superficie de vez en cuando.
Mantenemos los caracoles en la cazuela hasta servir, y lo hacemos utilizando platos hondos, regando con el propio caldo de la cocción.
Foto orientativa: Nacho Facello
Si quieres evitar que todo el guiso se te llene de trocitos de orégano, puedes envolverlo en un poco de tela de gasa, evidentemente bien limpia, atarla y echarla así en la cazuela. De esta forma, al terminar la cocción de los caracoles, podrás retirarlo y sólo habrá soltado en el guiso su sabor.
Si no tienes caldo, puedes usar agua y pastillas de caldo concentrado. Con un par de pastillas será suficiente.
Si tienes caldo, pero no tienes suficiente, puedes agregar agua hasta tener la cantidad necesaria.
Con un poco de mantequilla, ajo y unas hojitas de perifollo, podemos elaborar una deliciosa crema con la que preparar estos sabrosos caracoles a la plancha.
Deliciosos caracoles rellenos o caracoles a la borgoña, un exquisito bocado con orígenes franceses que podrás tener listos en pocos minutos.
Acompañados de salsa alioli, los caracoles a la llauna son una de las raciones más típicas de la gastronomía catalana, y hay que ver qué ricos quedan.
Deja los prejuicios de un lado, y prepara una buena ración de caracoles con especias para tapear o acompañar la comida. ¡Tienes que darles una oportunidad!