La carne de cerdo, más si es un buen cerdo ibérico, es siempre deliciosa, pero si encima se la adoba como en esta receta, el resultado es increíble.
Para preparar el cerdo adobado, empezaremos por trocear el lomo de cerdo en dados. Cuando lo tengamos cortado en dados lo colocamos en un bol.
Agregamos al bol la hoja de laurel y un poco de orégano. Añadimos al cerdo adobado los dos dientes de ajo machacados y un poco de comino en grano. Salpimentamos al gusto y añadimos un buen chorro de vinagre de vino blanco. Lo ideal es que el cerdo quede casi cubierto por el vinagre.
Dejamos el cerdo adobado en el frigorífico durante, al menos, 2 horas y, pasado ese tiempo, sacamos el cerdo del frigorífico y ponemos una sartén al fuego con una pizca de aceite.
Salteamos los trozos de cerdo adobado a máxima potencia, teniendo siempre cuidado de que no se queme, por lo que tendremos que estar removiendo todo el tiempo. Servimos bien caliente.
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Otra opción es adobar el lomo entero y luego hacerlo al horno. Las dos formas quedan completamente geniales.
Sabroso magro de cerdo adobado que vamos a acompañar de unos deliciosos pimientos fritos. Un plato que destaca por su intenso e insuperable sabor.
Lo mejor de esta receta de costillas de cerdo es que no agregamos ningun aporte calórico extra, por lo que obtenemos una carne limpia y exquisita.
Siempre resulta muy útil tener un plato fuerte para hacer en un momento. Por ello, resulta tan interesante este fantástico plato de carne de cerdo adobada.
El limón y el vino blanco del adobo, y un asado a temperatura media, dan como resultado unas costillas de puerco asadas muy tiernas y jugosas.
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