Suave y deliciosa crema de verduras con queso, leche y cebolla. Un puré de calabacín perfecto para que los niños coman verduras casi sin darse cuenta.
Lo primero que hacemos es lavar mucho y trocear los calabacines. Reservamos.
En una cazuela profunda, echamos una cucharada de aceite y sofreímos la cebolla muy picadita hasta quedarla blandita. Durante el proceso, añadimos también una pastilla de concentrado.
A continuación, echamos el calabacín troceado que teníamos reservado, la leche, el agua, un poquito de sal y una pizca de nuez moscada; removemos, tapamos la cacerola, y cocemos a fuego suave durante unos 10 minutos o hasta que la verdura esté blandita.
Finalmente, añadimos los quesitos a la crema y dejamos que repose un poco para que se ablanden. En ese momento, batimos todo en la batidora, hasta que la crema de calabacines esté totalmente libre de grumos.
Llegados a este punto, la crema de calabacines ya estaría lista para ser servida bien calentita, pero si te ha sobrado y la vas a congelar, debes dejar que enfríe por completo a temperatura ambiente en un recipiente limpio apto para congelación.
Foto orientativa: Lablascovegmenu
Entre las cremas de verduras, la crema de calabacines y manzanas destaca por ser fácil, sana, rica, vegetariana, rápida, y al mismo tiempo, muy original.
Una crema de calabacines con pimientos para entrar en calor en invierno, altamente nutritiva y reconfortante. Mejor servida en cazuelitas de barro.
Como primer plato, la crema de calabacines con orégano bien caliente es una de las mejores opciones que podemos tener en cuenta.
Suave, nutritiva y ligera crema con calabacín con queso. Un primer plato que deleitará nuestros paladares y el de nuestros invitados.
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