Receta de Croissants rellenos

¿Cómo hacer la receta de croissants rellenos?

Limpiamos los champiñones, los troceamos y los reservamos.

Cogemos las pechugas de pollo, las limpiamos bien de piel y grasa, las cortamos en tiras y las cocinamos en la sartén con la mantequilla y un poco de aceite. Una vez bien cocinada la carne, la retiramos de la sartén y la desmenuzamos. Reservamos.

En la misma grasa en la que hemos cocinado el pollo (si lo necesitamos porque haya poca cantidad de grasa añadiremos un chorrito de aceite), rehogamos la harina de maíz y, antes de que tome color, añadimos los champiñones que teníamos reservados.

Cocemos todo unos minutos, salpimentamos al gusto y vertemos la leche evaporada.

Removemos un poco, agregamos el pollo y dejamos cocer 3-4 minutos, o el tiempo necesario para que todo espese. No dejaremos de remover en ningún momento para que todo quede homogéneo y sepamos en todo momento el espesor de la masa.

Una vez que la masa está lista, montamos el croissants. Para ello, abrimos los croissants por la mitad sin llegar al final, o sea, que nos quede en forma de libro, y los rellenamos con la masa de pollo y champiñones.

Ya sólo nos queda darle el último toque (aunque así ya están deliciosos), para ello, los pintamos con la yema de huevo y los metemos en el horno caliente al máximo, donde los tendremos el tiempo justo para que se doren por arriba y se caliente y tome sabor el croissants. ¡Listos!

Foto orientativa: Alpha

Consejos del autor para hacer Croissants rellenos:

Si metes los croissants rellenos en el horno, es importante que los comas en el momento para que no se enfríen, pues si se enfrían el sabor y la textura no será agradable.

Hay que tener cuidado con la masa, pues no puede quedar muy líquida, ya que si pasa esto, el croissants se empapará y sería desagradable comerlo, además de que no queda apetecible a la vista. De todas formas, si queda demasiado espesa, tampoco es apetecible ni conseguiríamos que el croissants se empapara ligeramente, que es lo que queremos.

Si quieres, puedes sustituir la leche evaporada por nata líquida, o por leche. En este último caso reducirás de forma considerable el aporte calórico, que es algo a tener en cuenta. Eso sí, si usas leche, tendrás que tener la salsa más tiempo al fuego para que espese lo suficiente, o tendrás que añadir un poco más de harina.

Si no quieres usar mantequilla para cocinar el pollo, puedes usar aceite e incluso, puedes cocerlo en agua con especias. El sabor no será el mismo, es cierto, pero estará igualmente delicioso y las calorías y las grasas serán mínimas.

Otro cambio que se puede hacer es usar muslos de pollo en lugar de pechuga, en este caso tendrá más grasa la carne, pero también es mucho más jugosa.