Receta de Fideuá con pimentón

Limpiamos la cebolla de la piel exterior y de las primeras si vemos que no están tiernas. La cortamos en tiras y luego en cuadraditos pequeños.

Colocamos una sartén grande en el fuego, echamos un poco de aceite y, cuando esté calentito echamos la cebolla para que vaya pochándose poco a poco a fuego medio. Sazonamos para que la cebolla se poche más rápidamente.

Mientras la cebolla se pocha, pelamos los ajos y los picamos también pequeñitos pequeñitos. Los añadimos a la sartén y dejamos que todo se poche.

Quitamos las barbas a las gambas, cortando parte de la cabeza con un cuchillo (esto es para evitar que las barbas se repartan por toda la fideuá, pues es muy molesto a la hora de comerla). Reservamos.

Limpiamos bien las anillas de calamar, y las troceamos ligeramente. Reservamos.

Una vez que la verdura esté lista, la retiramos dejando la mayor cantidad de aceite posible en la sartén.

Subimos la intensidad del fuego y agregamos los calamares. Dejamos los calamares al fuego 2-3 minutos y los retiramos, colocándolos aparte de las verduras.

Ahora echamos en la sartén las gambas, en 2-3 minutos estarán listas y habrán dejado mucho sabor en el aceite. Una vez que hayan cambiado de color, las retiramos junto con los calamares.

Ahora, cogemos la pasta y la echamos a la sartén para dorarla. Removeremos casi continuamente para que no se nos quemen unos fideos y otros queden blancos, pues de quemarse algunos fídeos la fideuá no sabrá bien.

Una vez que veamos que los fideos están dorados, hacemos un hueco con la cuchara en el centro y echamos el pimentón. En este caso el fuego tendrá que estar a intensidad muy baja, e incluso fuera del fuego, pues podría quemarse.

Una vez que el pimentón esté en la sartén, lo removeremos rápidamente para que se tueste sin quemarse y, tras unos 5 segundos, lo mezclamos todo con la pasta.

Devolvemos la verdura a la fideuá y mezclamos para que la misma coja también el sabor y el color del pimentón.

Ahora le toca el turno al caldo o al agua. Seguiremos las indicaciones del fabricante para añadir la cantidad de agua/caldo necesarias y ver el tiempo de cocción exacto de la pasta.

Junto con el agua o el caldo, agregaremos a la fideuá el salmón fresco cortado en dados grandes, pues más o menos se cocerá en el mismo tiempo, y rectificamos de sal si fuera necesario.

Añadimos también a la sartén los calamares, para que se cuezan y queden bien blanditos.

Cuando falten unos 2 minutos para terminar la cocción, repartimos las gambas por la sartén, y dejamos que la fideuá se termine completamente.

Podemos dejar reposar la fideuá unos 5 minutos, sobre todo si queda con un poco de caldo, pero lo ideal es comerla en el momento para que la pasta no se nos pase.

Foto orientativa: Javier Lastras

Puedes usar agua o caldo para la cocción de esta fideuá, pero si usas agua seguramente necesites más cantidad de sal para darle más sabor.

Un consejo que te doy es que hagas un caldo con las cabezas de las gambas una vez que las hayas dorado (puedes añadirlas a la fideuá sin la cabeza, no pasa nada) y con la espina del salmón. Una vez cocidas en un poco de agua puedes hacer dos cosas, estriparlo todo con un tenedor o triturarlo con la batidora. Si lo trituras con la batidora, tendrás un caldo con un fuerte y delicioso sabor a marisco, eso sí, antes de verter el caldo en los fideos, hay que colarlo a conciencia con el colador más fino que tengas (mejor si es de tela) para que sólo pase el agua y no los trozos de cáscara.

Otra opción es comprar el caldo hecho, de los que venden en los supermercados, o añadir una pastilla de caldo concentrado al agua o a la fideuá cuando añadas esta, es otra forma de darle sabor sin complicarse mucho en la cocina... Aunque como con el caldo de cabezas de gambas, pocos, jeje.

Puedes añadir los calamares sin retirar las verduras si quieres, pero para que los calamares queden blandos, el aceite debe estar muy caliente y podría quemarse. Si los añades con el aceite frío o templado, y quieres asegurarte que quedan blandos, échalos al la sartén en el mismo momento que echas el agua/caldo de cocción, así estarán cociendo todo el tiempo de la pasta.

Sin duda, la fideuá con ali oli es una de las cosas más ricas que se pueden comer, no dudes llevarlos a la mesa por separado y que cada comensal se añada la cantidad que desee. Eso sí, si puedes hacerlo, te aconsejo que hagas un Ali oli casero original, pues merece mucho pero que mucho la pena, pues el sabor es completamente distinto que el que se prepara con mayonesa (aunque algunos de los que se compran están muy pero que muy conseguidos)