La gelatina es un postre sencillo y muy refrescante, puesto que en su mayor parte es agua. Pruébala con frutas naturales, le encantará a los pequeños.
Primero y antes que nada es proceder a la disolución del polvo de gelatina en unos cien mililitros de agua, aproximadamente; aunque lo mejor es que sigáis las indicaciones del fabricante.
Al margen, en un cazo, vamos a calentar otros 400 ml. de agua. Incorporamos la gelatina que hemos disuelto y una cucharada de azúcar. No dejamos de remover, hasta que consigamos que se diluya completamente y permitimos que se caliente, pero sin que la gelatina llegue a hervir.
Repartimos el postre en varios moldes individuales y los guardamos en el frigorífico. Mientras vamos batiendo el par de yogures, con otra cucharadita de azúcar.
Pelamos las frutas y les quitamos las semillas y hacemos bolas, con ayuda de un sacabocados o una cucharilla.
Cuando la gelatina esté cuajada, servimos desmoldada, acompañada por las bolitas de fruta salseadas con yogur.
Foto orientativa: kurokayo
O las frutas que más se ajusten a nuestros gustos o a los productos de temporada.
Postre de gelatina natural con melocotón al que ninguno de los que compartan tu mesa podrá resistirse.
Un poco de fruta, yogur, nueces, azúcar y un toque de licor dulce ... buenísimo e ideal también para el desayuno.
Todos los padres quieren lo mejor para sus hijos, y como no hay nada como la comida casera, aquí os dejamos una idea con esta papilla.
Hagamos nuestra propia versión del tradicional postre inglés con este espectacular trifle de muesli y frutas con yogur.
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