Si quieres disfrutar del poder nutritivo y vitaminas de los higos, durante todo el año, lo mejor es secarlos. Así podrás degustarlos en cualquier momento.
Lo primero que tenemos que hacer para preparar los higos secos, también conocidos como higos pasos, será lavar bien la fruta. Tras lavar los higos frescos, tenemos que secarlos bien, para que no quede rastro de agua.
Para acelerar el proceso de secado, puedes abrir cada higo por la mitad, con la ayuda de tus manos. Aunque este paso no es imprescindible, verás que el proceso de secado sea mucho más rápido.
Colocaremos los higos sobre una bandeja, de tal forma que, quede espacio entre unos y otros, y los colocaremos al sol para que se inicie un proceso de secado natural. Cada día que pase, tenemos que ir volteando los higos secos para que se sequen bien por todos los lados.
Dependiendo de la temperatura, los higos secos podrán estar listos en 3 ó 4 días. Una vez que veas que el higo paso está en su punto, los recogemos y espolvorearemos un poco de harina por encima. Con esto, nuestros higos secos estarán listos para consumir.
Si queremos hacer higos glaseados, en lugar de usar harina usaremos azúcar impalpable o azúcar glass.
Foto orientativa: Keith Williamson
Con los higos secos, se puede hacer un exquisito postre de casorios, o higos secos rellenos de nueces.
Una vez que tengas los higos secos, podrás conservarlo durante varios días en un bote de conservas bien cerrado y en un lugar seco.
Con el otoño nuestras cocinas y despensas de llenan de ricos frutos secos, como los higos, con los que podemos hacer un rico bizcocho, que huele a Navidad.
Sin lugar a dudas una ensalada sencilla, ingeniosa y divertida. Sorprenderá y no pasa desapercibida.
Aquí os dejamos una fantástica receta de higos cocidos en almíbar de azúcar con esencia de limón. La mejor forma de preparar higos para hacer conservas.
El hígado con cebolla o hígado encebollado, gracias al dulzor de la cebolla caramelizada es un plato sabroso rico en hierro y vitaminas.
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