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Sencilla, refrescante, sana y deliciosa horchata. Si quieres elaborarla en tu propia casa, sólo necesitas chufa, agua y azúcar glas.
Para hacer horchata, el día antes, ponemos las chufas en un escurridor y lavamos bien bajo el grifo. A continuación, las ponemos en un bol, añadimos el agua y dejamos que se hidraten hasta el día siguiente.
Pasado ese tiempo, continuamos la preparación de la horchata y para eso, cogemos un par de cazos de chufas (si cogemos un poquito de agua no pasa nada) y los ponemos en una licuadora. Añadimos medio cazo más de agua y trituramos.
Cuando tengamos una pasta, añadimos otro par de cazo de chufas, un poquito más de agua y volvemos a triturar. Continuamos así hasta terminar con todo el contenido del bol.
Una vez esté todo triturado, pasamos la mezcla de la horchata a una jarra o bol, removemos y dejamos que repose durante un par de horas.
Por último, colamos la mezcla a través de un colador con una gasa de algodón encima y añadimos el azúcar glas.
Removemos bien para que se disuelva el azúcar y metemos nuestra horchata en la nevera durante al menos una hora para que esté bien fría a la hora de servir.
Foto orientativa: Síndrome feliz
Si nos resulta más fácil, cada vez que tengamos la pasta de la horchata triturada, la podemos pasar a una jarra o bol y de nuevo, ponemos en la licuadora vacía, los cazos de chufa y agua para continuar licuando todo.
Horchatas hay de varios tipos y ésta es de arroz con leche, azúcar, agua y un toque de canela. Muy refrescante y fácil de hacer esta bebida vegetal.
Un flan especial para aquellas personas a las que les gusta el delicioso sabor de la horchata.
Deliciosas galletas con chips de chocolate, irresistibles meriendas caseras para niños y no tan niños amantes de las galletas. ¡Date el gustazo de hacerlas!
Un rico flan con crema de almendras, leche y harina de maíz, sin huevo, sin gluten y sin azúcar para intolerantes al huevo, celíacos y diabéticos.