Langostinos, vino blanco, ajos y un poquito de perejil fresco picado es prácticamente lo único que necesitas para disfrutar de estos langostinos al ajillo.
Pelar los langostinos que haremos al ajillo, manteniendo su cola y eliminando el intestino (para eso, con una puntilla afilada, hacemos un corte a lo largo del langostino y sacamos el hilito negro) será lo primero que haremos para preparar nuestros langostinos al ajillo.
Ahora, ponemos una sartén antiadherente al fuego con un chorrito de aceite y cuando esté caliente, añadimos los ajos, pelados y laminados finos y los langostinos.
Salpimentamos, removemos con una cuchara de madera y a continuación, añadimos el vino y doramos a fuego fuerte para que el alcohol se evapore.
Cuando los langostinos al ajillo estén doraditos, retiramos del fuego y servimos espolvoreando un poquito de perejil fresco picado.
Foto orientativa: Mario Carvajal
Riquísimas brochetas de langostinos al ajillo, que vamos a preparar en un momento, con pocos ingredientes y de forma muy sencilla.
Sencillos y ricos langostinos en salsa de cava y frutos secos, con el toque justo de limón y ajo. Perfectos para cualquier celebración y fiesta.
¿Una idea para una cena a base de picoteo con los amigos? Estos langostinos empanados y fritos con una buena salsa, durarán poco en la mesa.
Un clásico de la Navidad que yo como siempre que puedo a lo largo de todo el año. Un marisco fácil de cocinar y muy rico, más carnoso que las gambas.
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