Receta de Pan de cebada

En la mesa echamos la harina con la que vamos a hacer el pan de cebada, y hacemos un hueco en el centro para poder añadir el resto de ingredientes dentro de él (como si fuera un volcán).

Echamos en las paredes exteriores del volcán la sal (ya que no es bueno que entre en contacto con la levadura fresca) y en la boca un poquito de agua y la levadura. Con los dedos deshacemos la levadura hasta que esté bien disuelta.

Ahora añadimos junto con la levadura el aceite y la melaza y volvemos a mezclar con los dedos. No añadiremos mucha harina en este proceso, pero tampoco pasa nada si cae un poco de ella de las paredes.

Una vez que tenemos esos ingredientes mezclados, echamos el resto del agua y comenzamos a incorporar harina con las manos, poco a poco, cogiendo esta de dentro de la boca del volcán.

Una vez que tenemos toda la harina húmeda, incorporamos la cebada perlada y terminamos de amasar hasta tener una masa homogénea.

Colocamos la masa del pan de cebada en un bol engrasado (sólo para que no se pegue), tapamos con papel plástico y dejamos fermentar entre 30 y 60 minutos, dependiendo del calor del espacio donde estemos. También se puede hacer una fermentación lenta metiendo la masa del pan en el frigorífico, donde la tendremos entre 12 y 24 horas.

Una vez fermentada la masa, la desgasamos y la colocamos en un molde engrasado. Añadimos si queremos unas semillas por encima y dejamos nuevamente leudar unos 30-45 minutos.

Cuando falten unos 20 minutos, encendemos el horno a 220ºC y cuando esté la masa del pan llevamos el pan de cebada al horno a esa temperatura durante 10 minutos. Luego, bajamos el calor a 190ºC y lo dejamos que se cocine unos 40 minutos... Listo un pan hecho con harina de cebada y granos de cebada rápido y muy sabroso.

Foto orientativa: Boca Dorada

Ojo, el agua que usemos debe estar a temperatura ambiente, o si está muy fría podemos calentarla un poco, pero nunca debemos superar los 37ºC pues la levadura se moriría y el pan no subiría.

En este vídeo puedes ver cómo preparar unas finas tortitas de pan de cebada sin levadura con harina de trigo, que además se cocinan en la sartén, o sea, sin horno.