Receta de Pasta a la amatriciana

Como la parte que más cocinado necesita en la preparación de la pasta a la amatriciana es la salsa, vamos a empezar por ella. Cogemos el tocino y lo cortamos en cuadraditos para que una vez cocinado pueda comerse sin problemas. reservamos.

Seguidamente rallamos el queso romano (o el que tengamos en casa, aunque este es el más indicado) y lo reservamos.

Abrimos la guindilla, retiramos las pepitas y las venillas internas y la picamos en trocitos pequeños. Ojo, este proceso si se hace con las manos debemos hacerlo con guantes, pues si lo hacemos con las manos descubiertas nos pueden estar picando las manos durante todo el día. Reservamos aparte.

Ahora toca el turno de cocer la pasta. Podemos usar el tipo de pasta que queramos, aunque la receta original pide siempre espaguetis. Echamos abundante agua en una cazuela alta y la llevamos a ebullición. Una vez roto el hervor, sazonamos y añadimos la pasta. La cocemos al dente, como nos indique el fabricante de la pasta.

Mientras la pasta se cuece, vamos preparando la salsa amatriciana. Para ello, echamos un poco de aceite de oliva virgen en una sartén y en ella cocinamos la guindilla junto con el tocino.

Cuando veamos que el tocino está listo, o sea, la grasa del mismo se ha vuelto como transparente está perfecto y podemos añadirle a la sartén el vino blanco. 2-3 minutos más tarde a fuego fuerte, el vino se habrá evaporado y podemos añadir los tomates.

Los tomates han de estar bien maduros y pelados. Si están muy muy maduros los podemos añadir directamente a la sartén con el tocino y dejarlos que se cocinen aplastándolos con una cuchara. Si vemos que no vamos a poder, siempre podemos cortarlos un poco antes de añadirlos a la sartén, el caso es que no nos eternicemos en hacer la pasta a la amatriciana y que la salsa nos quede perfecta. Los salpimentamos y los dejamos que se cocinen.

Una vez que la pasta está cocida, la retiramos y la escurrimos. Cuando la salsa esté lista, añadimos la pasta bien escurrida a la sartén y le damos unas vueltas para que la pasta se termine de hacer y se impregne bien del sabor de la salsa.

Ya sólo nos queda añadir el queso rallado por encima y llevar nuestra pasta a la amatriciana a la mesa y disfrutarla de lo lindo.

Foto orientativa: jessmonster

La receta tradicional de la pasta all'amatriciana no llevaba tomate (se la conocía como pasta Gricia). Era una receta blanca donde sólo se añadía la pasta, el tocino y el queso. Si quieres preparar la receta auténtica ya sabes, no añadas el tomate ni el vino blanco y la tendrás perfecta.

Si no tenemos guinda fresca podemos usar guinda seca, aunque el sabor que le aportará a la pasta a la amatriciana no es el mismo, el caso es salir del paso. Si no nos gusta el picante, añadiremos muy muy poca cantidad, pero es importante añadir un puntito de picante para que la receta sepa como realmente queremos.