Sensacional y sencillo plato de pasta gratinada con un fantástico sabor a pimentón y a orégano. Una comida con la disfrutarán niños y mayores.
Empezamos nuestra pasta gratinada, poniendo a cocer la pasta en agua y sal, durante el tiempo que se nos indique en el envase (podremos utilizar la pasta que más nos guste, pero los tiempo pueden variar de unas a otras). Cuando esté al dente, la escurrimos, la regamos con un chorro de aceite de oliva y removemos bien.
El siguiente paso que daremos para preparar la pasta gratinada, será volcar la pasta en una fuente. Le echamos por encima un poco de orégano, y la cubrimos generosamente con queso rallado. Por último, echamos pimentón e introducimos la fuente en el horno precalentado a 250ºC. Dejamos la fuente en el horno hasta que el queso se dore.
En el momento en que la capa de queso esté crujiente y doradita. Sacamos la fuente del horno, y servimos la pasta gratinada.
Foto orientativa: Neil Conway
Rica mezcla de pasta, verduras y una especie de bechamel aromatizada con especias... y todo ello espolvoreado con queso y gratinado.
Espectacular contraste de temperatura, sabor y textura de la ligera sopa fría o gazpacho de fresas con el cremoso y tibio gratinado de patatas.
Combinando patatas, manzanas y queso azul podemos elaborar un delicioso pastel de verduras gratinado al horno. Tan bueno que no te podrás resistir.
Sobre una base de salsa de tomate, estos puerros, salpimentamos, cubiertos de nata y una dorada capa de queso gratinado son sencillos y sabrosos.
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