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- Receta de pechugas de pollo al ajillo
Picado de ajo dorado con esencia de caldo de pollo y vino blanco, para unas tiras de pechuga de pollo marcadas previamente. Fácil, rápido y exquisito.
Empezamos haciendo el clásico picado de la salsa al ajillo. Para eso, picaremos los dientes de ajo muy finitos, y los pondremos a sofreír en una sartén con un chorito de aceite de oliva.
Una vez dorados, retiraremos el ajo con una espumadera, y en ese mismo aceite echaremos un chorrito de vino blanco, subiremos el fuego y removeremos hasta que el alcohol se evapore, y luego desharemos la pastilla de caldo de pollo.
Al final, al calor de la sartén pero sin fuego, añadiremos perejil picado y el ajo, y reservaremos la salsa.
Hecho esto, cortaremos las pechugas de pollo en tiras, las sazonaremos con sal y pimienta (o si lo prefieres, con un preparado de especias para pollo) y las marcaremos en una plancha.
Cuando tengamos el pollo marcado (bien dorado), lo echaremos a la salsa al ajillo, y dejaremos todo reposar a fuego muy bajo durante unos minutos. Serviremos las pechugas de pollo al ajillo bien calientes y acompañadas de la guarnición que se quiera.
Foto orientativa Jmerelo
De la misma forma que lo hemos hecho con pechugas, podríamos hacerlo con muslos deshuesados de pollo o con otras piezas del pollo.
Una manera, fácil, sencilla y gustosa de comer pollo, con ajillo sofrito y una rica salsa enriquecida con vino de Jerez.
El pollo en salsa de champiñones, con su nata, su cebolla y sus ajitos, es una de las formas más ricas y jugosas de preparar las pechugas de pollo.
Jugosos filetes de pechuga de pollo en salsa de tomate y cebolla. Una receta fácil, rápida y sabrosa. ¡Para chuparse los dedos!
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