Pimientos fritos de Padrón, unos pican y otros no, pero todos están deliciosos,con ese toque de sal gorda. ¡Se comen solos, pero ten un vaso de agua a mano!
Los pimientos fritos de Padrón se preparan en un momentito, porque es una receta simple y sencilla que no requiere de ningún tipo de esfuerzos.
Empezaremos por lavar los pimientos bajo el chorro de agua fría y luego, los secaremos con papel de cocina. Colocamos una sartén amplia al fuego, con abundante aceite de oliva y dejamos que coja mucha temperatura.
A continuación iremos haciendo los pimientos fritos de Padrón por tandas y volteándolos con ayuda de la espumadera, para que se frían por todas partes. Sacamos a una bandeja con papel absorbente para que escupan el exceso de aceite.
Finalmente servimos los pimientos fritos de Padrón espolvoreados con sal gorda.
Ya sabes, siempre que comas o sirvas a tus comensales unos pimientos fritos de padrón, procura tener una buena jarra de agua a disposición de todo el mundo, por lo que pueda pasar.
Foto orientativa: WordRidden
Los pimientos de padrón fritos siempre son una alternativa muy divertida, especialmente en reuniones de amigos. Y es que, ya se sabe, unos pican y otros no.
Cuando hagas estos pimientos fritos, ten siempre a mano, una buena botella de vino, y es que, ya se sabe, los pimientos de Padrón unos pican y otros no.
La guarnición de pimientos fritos es un plato muy polivalente, pues nos puede servir además de como guarnición, de aperitivo o ingrediente de otros platos.
Con estos pimientos de Padrón rellenos de queso azul conseguiremos sorprender a nuestros invitados. Un entrante que, sin duda, merece la pena probar.
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