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- Receta de pimientos gratinados
Con un poco de carne picada, una berenjena, queso rallado y poco más, podremos elaborar el relleno de un exquisito plato de pimientos gratinados al horno.
El primer paso para elaborar estos pimientos gratinados, será encender el horno a 180ºC para que, en el momento de meter los pimientos, el horno tenga la temperatura idónea.
Mientras el horno alcanza la temperatura adecuada, vamos a lavar los pimientos y la berenjena. Lo partimos en dos y los envolvemos en papel de aluminio, para meterlos en el horno durante 30 minutos.
Mientras los pimientos y la berenjena se van asando, para que queden más tiernos, vamos a pelar y cortar en juliana la cebolla. Cuando los pimientos estén listos, los sacaremos del horno, y con mucho cuidado, les quitamos la piel y cortamos su parte superior, para vaciar la pulpa de su interior.
Continuaremos la preparación de los pimientos gratinados, picando la carne de la berenjena en trozos más bien pequeños.
En una sartén con un chorrito de aceite de oliva, rehogaremos un poco de pan rallado, con una pizca de agua. Cuando el pan adquiera un color dorado, retiramos del fuego y reservamos. Por otro lado, mezclamos la carne picada de ternera con la carne picada de cerdo, la cebolla picada, el perejil fresco picado, la miga de pan dorada y la carne de la berenjena. Sazona al gusto y rellena los pimientos con esta mezcla.
Una vez que hayamos rellenado los cuatro pimientos, espolvoreamos sobre ellos un poco de queso parmesano rallado y los metemos en el horno, pero en esta ocasión a 150ºC. En 30 minutos tendremos listo nuestro plato de pimientos gratinados.
Foto orientativa: Thriving Vegetarian
Con algunos champiñones, nata líquida para cocinar y un poco de queso rallado, podemos rellenar unos deliciosos pimientos rojos, que gratinaremos al horno.
Si te gustan los pimientos verdes, pruébalos rellenos con carne, tomates y cebolla, y gratinados con queso rallado. Es una receta fácil de hacer y rica.
Espectacular contraste de temperatura, sabor y textura de la ligera sopa fría o gazpacho de fresas con el cremoso y tibio gratinado de patatas.
Combinando patatas, manzanas y queso azul podemos elaborar un delicioso pastel de verduras gratinado al horno. Tan bueno que no te podrás resistir.