- Inicio
- Recetas de arroz
- Recetas de risotto
- Receta de risotto de espárragos verdes
Una de las formas más habituales de comer el arroz al estilo italiano, con queso y espárragos verdes. ¡Pero qué rico que está el risotto!
Empezamos el risotto por retirar las puntas de los espárragos verdes y reservándolas, mientras troceamos los tallos y los cocemos en el caldo, hasta que estén tiernos. Apartamos, escurrimos y reservamos.
A continuación, en el mismo caldo, daremos un hervor a las puntas, poco más de medio minuto, apenas un pequeño escaldado. Las escurrimos y las reservamos aparte.
Tomamos más o menos la mitad de los tronquitos que hemos hervido, los trituramos a máxima potencia y lo unimos al caldo, el resto de los tallos de espárragos los laminaremos en rodajitas finas.
Ponemos una olla al fuego y echamos el aceite y la mantequilla, para hacer un sofrito con las cebollas muy picaditas. Incorporamos el arroz, lo mareamos un poco y regamos con el vino. Vamos añadiendo cucharones del caldo, según lo vaya pidiendo el risotto, removiendo para que no se nos pegue.
Cuando el arroz ya se haya hinchado, le adjuntamos el azafrán, las rodajas de tallitos y las puntas asustadas. Dejamos cocer, sin dejar de remover, hasta que esté listo el risotto y, entonces, le agregaremos el pesto, removemos, apartamos, tapamos, dejamos reposar unos minutos y al momento de servir, espolvoreamos con el parmesano.
Foto orientativa: castrino
El risotto casa perfectamente con un montón de ingredientes y, en esta ocasión, lo vamos a acompañar con unos espárragos verdes, pero podríamos hacerlo también con setas, alcachofas, gambas...
Un rico risotto fácil de elaborar y rico en sabor, toda una delicia para el paladar. Cuando lo hagas verás que hacer un risotto no es nada es difícil.
Arroz con trufas, espárragos verdes, queso grana padano, pimiento amarillo y vino blanco, todo ello cocido en un concentrado caldo de verdura con gallina.
Con un poco de carne, vino blanco, caldo, cebolla y, como no, queso parmesano, podemos hacer un delicioso risotto cremoso sin muchas complicaciones.
Increíble plato de quinoa con calabacín, champiñones y anacardos. Todo ello regado con un toque de vino blanco, salsa de soja y queso parmesano.