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- Receta de salchichas con salsa de nata y queso
Listas en un momento, sin complicaciones y con un resultado rico, rico. Puedes hacerlas con las salchichas que más te gusten. El secreto está en la salsa.
Echamos en una sartén unos hilitos de aceite de oliva para después sofreír las salchichas hasta dejarlas bien doraditas.
Una vez que estén listas, retiramos la mayor cantidad de aceite y vertemos la nata sobre las salchichas. Salpimentamos y dejamos que todo cueza unos minutos, a fuego lento, hasta que la nata espese.
Para terminar, espolvoreamos en la misma sartén un poco de queso rallado por encima de las salchichas y la nata, y removemos despacito para que de esta forma el queso se termine fundiendo fácilmente y se integre perfectamente con nuestras salchichas en salsa.
Una vez tengamos todo bien mezclado, basta con dejar todo reposar unos minutos, y ya tendremos lista nuestra cena o comida improvisada.
Si quieres darle un toque sofisticado a las salchichas con salsa de nata y queso, puedes darles gratinarlas en el horno justo antes de llevarla a la mesa para que queden doraditas y aún más vistosas.
Foto orientativa: Evan Bench
En lugar de salchichas frankfurt, puedes usar salchichas frescas. Te quedarán unas salchichas en salsa muy muy ricas. Si te gustan, puedes probar con distintos tipos de salchichas (de cerdo, de pavo, de pollo...).
Para aligerar la salsa y reducir el aporte de grasas de la receta, puedes sustituir parte de la nata utilizada para hacer la salsa de las salchichas por leche entera o por leche evaporada
Una receta para cualquier día, y que a todos deja con buen sabor de boca. Las salchichas en salsa son fáciles de hacer, baratas y gustan mucho.
Fácil, rápida y cremosa salsa para aderezar filetes de carne o pescado, para salsear platos de pasta o para cubrir unas patatas al horno. ¡Tú decides!
Una finísima salsa de nata con hebras de azafrán que va a dar un toque muy especial a nuestros platos de mariscos. Ideal para las mesas de celebraciones.
Una sabrosa mezcla de mantequilla, nata líquida, caldo, un toque de licor, y por supuesto, pimienta molida y en grano. Ideal para carnes.