Receta de Solomillo a la sal

Para preparar nuestra receta de solomillo a la sal, lo primero que tendremos que hacer será “sellar” las piezas de carne.

Para ello, pondremos el poquito aceite en una sartén y pasaremos los trozos de cerdo a fuego fuerte durante unos pocos segundos. El objetivo no es que se frían, sino que se forme una ligera costra por todas las caras del solomillo para que así no pierdan el jugo cuando se horneen.

Después, espolvorearemos las tres piezas con la pimienta negra.

En una fuente para horno, echaremos la sal gorda hasta crear una cama de unos dos centímetros y salpicaremos con un poco de agua para que la sal se apelmace.

Después, pondremos los trozos de carne separados entre sí. Los cubriremos por completo con el resto de la sal y volveremos a salpicar con otro poco de agua.

Mientras, precalentaremos el horno a 180º durante diez minutos.

Meteremos nuestro solomillo a la sal y lo dejaremos durante unos treinta minutos a la misma temperatura.

Este tiempo de cocción no es estricto, ya que depende del tamaño de las piezas y de cómo nos guste de hecha la carne. Aun así, una señal que nos indicará que está listo será ver que la capa blanca se empieza a resquebrajar.

Una vez pasado el tiempo, sacaremos la bandeja del horno, quitaremos la costra de sal, trincharemos las piezas y ya podremos servir nuestro solomillo a la sal.

Foto orientativa: pelican