De sabor agridulce, esta sopa se puede tomar fría, es ideal para el verano, o a temperatura ambiente, para el resto del año.
En una olla, disponemos 2 1/2 litros de agua con la sal, el ajo triturado, el perejil y el eneldo picados, y cocinamos 5-7 minutos.
Mientras, lavamos cada hoja de lechuga individualmente y luego las troceamos al tamaño que más nos guste. La añadimos a la olla y cocinamos otros 4 minutos.
En un cuenco, mezclamos la crème fraiche con la yema y la harina, hasta que quede todo bien homogeneizado. Luego, añadimos a la crema obtenida, poco a poco y sin dejar de remover, un cucharón del caldo de lechuga para aminorar la espeses de la crema.
A continuación, vertemos la crema en el caldo, añadimos el limón y el azúcar, y la llevamos a ebullición. El sabor de la sopa debe quedar agridulce, así que si hace falta, antes de retirar, rectificamos de sal, limos y azúcar. Se sirve fría o del tiempo. Antes de servir, remover.
Publicado originalmente en cristelicious.blogspot.com
Nada como estas sopas frías tan auténticas y apegadas a la gastronomía española. En esta ocasión nos decantamos por una espectacular sopa fría de cerezas.
En unos 20 minutos puedes tener lista esta sopa fría de tomate y sandía, rápida y fácil. Si os gustan esos dos alimentos por separado, juntos os encantarán.
Esta sopa fría de remolacha es rápida, refrescante y muy fácil de hacer, pues para disfrutar de ella sólo tendrás que picar los ingredientes ¡y triturar!
Disfrutamos de una cremosa y refrescante sopa fría de pepino con yogur, ajo y cebolleta. Una opción muy apetecible.
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