Una forma muy suave de cocinar las truchas, hervidas y acompañadas por una cremita de nata y rábano. Una forma muy delicada de realzar el sabor del pescado.
Limpiamos el paquete intestinal de las truchas, las lavamos bien y las secamos con mucho mimo. Enroscamos cada pescado sobre sí mismo y atamos la cola a la cabeza con hilo de bramante o hacemos que la trucha se muerda la cola, como cuando cocinamos pescadilla.
Ponemos el caldo al fuego, con el vinagre y dejamos que rompa a hervir. Entonces apartamos y lo echamos por encima del pescado. A continuación, ponemos dos litros de agua al fuego, añadimos el vino blanco, el laurel, la sal, la pimienta y el perejil. Cuando arranque a hervir, echamos las truchas y dejamos reposar un cuarto de hora.
Mientras las truchas hervidas reposan, montamos la nata y les incorporamos el rábano, una pizquita de azúcar y un pelín de sal. Servimos las truchas hervidas acompañadas con esa crema y unas rodajitas de limón.
Foto orientativa: sabareq
Sencillas y rápidas truchas fritas rebozadas con leche y harina, y servidas con rodajas de limón. Una receta barata para disfrutar de un pescado rico.
Un pescado de sabor suave relleno de queso curado y enriquecido con una deliciosa salsa de pimentón, nata y queso.
Entre las recetas populares de trucha, la conocida como trucha a la Navarra con su relleno de jamón, es de las que más gustan a todo el mundo.
Un pescado suave con una salsa untuosa, acompañado de verduras, la trucha arco iris al cilantro es un acertada combinación para diario y comidas especiales.
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