Receta de Vigilantes de grasa

Cogemos el dulce de membrillo, y lo trituramos ligeramente con la batidora, de forma que quede una crema espesa que se pueda manejar con la manga pastelera.

Para hacer estos vigilantes lo primero es hacer la masa, siguiendo los pasos que se indican en esta receta de Facturas de grasa

Una vez que tenemos la masa, llega el momento del corte y montaje de los vigilantes. Para ello, estiramos la masa en un rectángulo grande, dejándola más o menos de unos 2-3 milímetros de espesor.

Cortamos los bordes para dejarlos bien rectos y sin imperfecciones, y la cortamos por la mitad a lo largo.

Cada mitad la cortamos en triángulos lo más iguales posibles. Los triángulos tendrán dos lados iguales, y una base algo más pequeña, pero los lados tendrán todos más o menos el mismo tamaño.

Cogemos un triángulo, enrollamos un poco la base, sujetamos con un dedo la punta y tiramos de la parte enrollada, sin soltar la punta.

Seguimos enrollando el triángulo, tirando de la masa por cada vuelta más o menos que vayamos dando. De esta forma se estirará y se apelmazará la masa, evitando que los vigilantes se deshagan en la cocción.

Una vez que tenemos todos los vigilantes montados procedemos a colocarlos en la bandeja del horno.

Para ello, cogemos cada vigilante lo cogemos con ambas manos y los estiramos ligeramente por el centro.

Vamos colocando cada uno en la bandeja bien juntitos, para que cuando leven se unan unos a otros y mantengan la humedad.

Ahora le damos el toque de dulzor haciendo un cordón por el centro de la fila de vigilantes con el dulce de membrillo. A ambos lados del dulce de membrillo, haremos un cordón con la crema pastelera y, antes de meterlo en el horno, espolvorearemos el cordón de membrillo con azúcar en abundancia.

Lo podemos dejar levar antes de llevarlo al horno o llevarlo al horno directamente, a 200ºC hasta que los vigilantes estén bien doraditos, más o menos unos 10-15 minutos.

Si queremos darle un toque extra de dulzor, cuando los vigilantes estén horneados y calientes, los pintamos con el almíbar y, si aún queremos más dulce, espolvoreamos todo con más azúcar.

Foto: OpenDireito

Si te gusta que los vigilantes queden crujientes, no los pegues en el momento de colocarlos en la bandeja del horno. De esta forma se cocerán por todos los lados y será una explosión de crujido a la hora de morderlo.

Si pintamos con el almíbar los vigilantes cuando estén fríos, este penetrará menos en la masa, quedando más crujiente. Si lo quieres hacer así, te recomiendo que des una capa de almíbar, la dejes secar, y luego le des otra capa, pues al no penetrar en el vigilante por estar frío, necesita ese punto de dulzor extra.