Un plato clásico de la gastronomía madrileña, en el que se mezcla la casquería, con la carne de ternera, el chorizo y la morcilla.
Comenzaremos a preparar los callos a la madrileña con morcilla lavando muy bien cada ingrediente. Ponemos una olla grande, a fuego parte, con toda la carne de ternera, para dejarla escaldar con agua hirviendo.
Echaremos un chorrito de vinagre de vino blanco y lo mantendremos, durante 7 minutos al fuego. Retiramos el agua. Troceamos los callos y los cubrimos con agua limpia. Añadimos a la olla la morcilla entera, el tomate pelado, la cebolla, la hoja de laurel, el ajo y los clavos. Deja cocer durante 3 horas, hasta que los callos a la madrileña con morcilla estén tiernos.
Pasadas las tres horas, en una sartén con un chorrito de aceite, pocharemos la cebolla y freímos un poco de pimentón, junto al chorizo cortado en rodajas y la cayena. Deja que se haga un poco, prestando atención al que el pimentón no llegue a quemarse. Añadimos un poco de agua y una cucharada de harina, y tras remover todo, lo echaremos en la olla.
Para que los callos a la madrileña con morcilla tomen más sabor, dejaremos cocer todo, durante una hora más, esta vez, a fuego suave.
A la hora de servir los callos a la madrileña con morcilla, saca y trocea las piezas de carne y la morcilla, y acompaña tu plato con un buen trozo de pan.
Foto y fuente: Blog Ole tus fogones
Riquisimos para comer con muuuuuuuucho pan.
Los callos a la madrileña, uno de los platos más típicos de la cocina española con su chorizo, la morcilla y algunas verduritas, están para comérselos.
Juntando culturas podemos elaborar unos exquisitos callos de ternera acompañados de una suave y apetitosa salsa japonesa. Su resultado: espectacular.
Acompaña unos callos de ternera de morro, morcilla, chorizo, pimentón, ajo, y un toque de guindilla, y podrás hablar de verdaderos callos a la madrileña.
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