Un primer plato caliente, de cuchara, para entrar en calor con los primeros fríos del otoño. Una crema de calabaza especialmente ligera y fácil.
Además de ser muy sana y fácil, la crema de calabaza light se hace en un abrir y cerrar de ojos. Hay que empezar pelando la calabaza, y conrtándola en tacos que luego echaremos en una cazuela ancha con unas 4 ó 5 cucharadas de aceite de oliva (a ser posible, aceite de oliva virgen extra).
Pasados 5 minutos con la tapadera puesta, añadiremos comino, pimienta y sal al gusto, sin pasarse, y dejaremos que la crema de calabaza light se haga otros 5 minutos más.
En ese momento es cuando echamos agua, hasta apenas cubrir los trozos de calabaza, y dejamos que todo cueza hasta que la calabaza se ponga blanda. Si hace falta, añadiremos un poquito de agua más a la crema de calabaza light.
Por último, pasaremos la batidora directamente por la cazuela, hasta que la crema de calabaza light tenga una textura fina y fluida.
Foto y fuente: el Cocinero Fiel.
El punto característico de la crema de calabaza light, es que se elabora con la mínima cantidad posible de agua.
Entre las cremas, una de las reinas: un exquisito y reconfortante guiso con cebolla, ajo, pan tostado, caldo de pollo, champiñones y pimentón.
Es un postre bajo en calorías, especial para los que cuidan la cantidad de azúcar que consumen y, en pequeñas porciones, está permitido para los diabéticos.
Crema de espinacas y apio para primeros platos ligeros y nutritivos, llenos de vitaminas y de sabor. Una crema light ideal para dietas bajas en calorías.
Esta crema de calabaza con queso, se lleva a la mesa en su propia cáscara, por lo que es ideal para sorprender a los invitados en una buena comida o cena.
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