Una lechuga no tiene por qué ser aburrida. Zanahorias, apio, maíz, sésamo y un aliño tradicional la convertirán en una explosión de color y sabor.
Lavamos y escurrimos las hojas de la lechuga iceberg y luego la vamos a cortar en tiritas finas, ideales para este rico y colorido plato. Es importante que la lechuga quede lo suficientemente seca para no aguar la ensalada.
Raspamos las zanahorias, las lavamos y las rallamos. A continuación pelamos la raíz de apio, lo lavamos y también lo rallamos, en un punto más gordito. Escurrimos el maíz dulce que hará compañía a la lechuga.
Limpiamos la cebolleta y la cortamos en rodajitas y aquí tenemos un truquito. Depositamos esas rodajitas en un cuenco con agua y unos cubitos de hielo y así disfrutaremos de un saborcito menos fuerte.
Emulsionamos un chorreón de aceite con un poquito de zumo de limón y un toque de sal. Colocamos la lechuga y el resto de ingredientes en un bol y regamos con la salsa. Removemos bien y espolvoreamos con las semillas de sésamo.
Si queréis podéis enriquecer esta preparación de lechuga con unos bastoncitos de alguna fruta que os guste.
Foto orientativa: tamakisono
Ya sea para acompañar carne o pescado, una ensalada completa nunca viene mal. Además, podemos agregar todo lo que nos dé la gana.
Nutritiva ensalada con lechuga, pepino, cebolla sofrita y un aderezo original con mayonesa, y un toque de pimienta.
Con ingredientes básicos, como son la lechuga, el pimiento, el tomate, el aceite, el vinagre y la sal, haremos esta rica ensalada de lechuga y pimiento.
La ensalada de lechuga y pollo es una opción perfecta para comenzar una comida o una cena. Y es que, esta ensalada templada resulta irresistible.
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